Morelia, Mich. | Acueducto Noticias/Cayetano Mac.- En el caótico tráfico de la ciudad de Morelia, donde el transporte público es parte esencial de la vida diaria, destaca una combi que parece sacada de un cuento de fantasía. Con luces brillantes, decoraciones temáticas y un conductor vestido para la ocasión, esta unidad no es una más entre la multitud. Es la combi 3A número 137, conducida por Rafael Cárdenas Tapia, conocido cariñosamente como “El Barrio” entre los combieros.
Desde hace 13 años, Rafael ha llevado a cabo una labor que va más allá del transporte: regala sonrisas. Inspirado por su niñez marcada por la ausencia de sus padres y una fascinación por los circos, encontró en los disfraces una forma de conectar con las personas y hacerles olvidar por un momento sus problemas. “Siempre he tenido la ilusión de ser un payaso profesional… No se me ha dado esa oportunidad, pero quisiera seguir intentando.”, comparte Rafael con una mirada llena de emoción.
La magia de los disfraces
La transformación de su combi y de su persona no es algo exclusivo de la temporada navideña. Rafael celebra fechas clave como el Día de Muertos, el Día del Niño y las Fiestas Patrias. En diciembre, su unidad se convierte en un reno y él en el Grinch, y su hija que recientemente lo acompañó en su idea, personificando a Cindy Lou, la niña del mismo libro del “Doctor Seuss”. Confiesa es la temporada en la que más ha invertido, entre vestuario y decoración he gastado aproximadamente cinco mil pesos, siempre recalcando con orgullo que la sonrisa de la gente lo vale.
A lo largo de los años, ha perfeccionado su arte, combinando elementos de tradiciones mexicanas con toques de festividades internacionales como Halloween. Su enfoque es claro: No se trata de asustar, sino de sorprender y alegrar. Si alguien sube molesto o preocupado, se baje con una sonrisa.
Un legado que inspira
El impacto de Rafael no se limita a sus pasajeros. Otros conductores de combis en Morelia han comenzado a decorar sus unidades, contagiados por el entusiasmo y creatividad de “El Barrio”. “No es que me copien, sino que a mí me gusta lo que yo ya hice también ellos lo hagan. Que es lo que les digo, yo quiero regalar sonrisas (…) Porque mira al final de este trabajo que yo tengo la mayoría de los usuarios nos tratan que los tratamos mal, y a la verdad no es así.”, reflexiona.
El apoyo de su familia ha sido fundamental en esta travesía. Aunque al principio su esposa veía con escepticismo sus esfuerzos, hoy lo acompaña junto con sus hijas y su nieto en eventos como el Día del Niño, donde regalan dulces y juguetes. Rafel expresa que en estas acciones puede dar la oportunidad a los niños de lo que él no pudo tener en su infancia. “No lo viví. Entonces ahora que soy adulto quiero verlo con los niños”.
El futuro de un soñador
Rafael no se considera famoso, aunque su combi se ha vuelto un ícono en Morelia. Su próxima meta es llevar su espectáculo a nuevos escenarios y fechas, como en enero, donde planea sorprender con un nuevo personaje.
“El Barrio”, es más que un conductor. Es un artista, un soñador y un hombre que demuestra que, con creatividad y amor, incluso los trayectos más cotidianos pueden convertirse en experiencias inolvidables