Morelia/Redacción
De repente, en la Magnolia, ante medio centenar de curiosas miradas, mayoritariamente de pequeños inquietos, va apareciendo, uno a uno, van surgiendo en secuencia, las figuras de Cri Cri, del grillo cantor.
Con una sencilla escenografía de mano, los integrantes de Despertares arte colectivo hicieron que el público asistente interactuara en cada una de las canciones de quien en su infancia leyera a Julio Verne, a Emilio Salgari, a Hans Christian Anderse.
Y, así, los personajes de Gabilondo Soler desfilaron en el patio central del Museo del Estado -anclado en el “corazón” del centro histórico moreliano- desde La Patita hasta las Cinco Vocales, pasando por el Ratón Vaquero y La Muñeca Fea.
Risas, a veces solitarias pero resonantes carcajadas, hicieron del lugar un oasis de bullicio, en un atardecer caluroso.
