Chilchota/Héctor Tapia
Una vez recogido el fuego de una de las viviendas de los cargueros, los habitantes de El Huancito, municipio de Chilchota, comienzan su recorrido llevando el fuego viejo a su destino final que es Naranja de Tapia, en Zacapu.
El aroma del copal va dibujando el camino de quienes vienen cargando el fuego, en su inicio se va mezclando con el aroma del humo.
A pie avanzan, a paso lento, acompañados por el sonido de caracoles que hacen como si marcaran un paso.
La primer parada es en la comunidad de Santo Tomás, Chilchota; esta apenas separada por una calle de el Huancito, y apenas es el comienzo de una serie de estaciones dónde se irán sumando más pobladores.