Morelia, Michoacán | Asaid Castro.– «La diversificación» ha sido el arma principal de los puestos de periódicos y revistas en Morelia para sobrevivir en una época donde los medios impresos han perdido terreno. Hoy, estos puestos van contracorriente ofreciendo revistas, libros y periódicos, además de dulces, cigarros e incluso juguetes.
Fueron los periódicos los que dieron vida al antiquísimo oficio de los voceadores, quienes anunciaban titulares en las esquinas para atraer a los transeúntes con noticias frescas. Aunque aún se ven en algunos cruceros de Morelia, los puestos de revistas surgieron como su evolución natural, explica Víctor García, con 32 años de experiencia en este oficio.
«Los voceadores solo son un vínculo, porque no se puede vocear algo que no existe ¿Cierto? Es por los periódicos impresos que aún seguimos aquí», afirma Víctor desde su puesto en portales junto al corredor Igancio Zaragoza, ahora lleno en su mayoría de libros, revistas y algun dulce.
La época de oro de los puestos de Revista en Morelia
Víctor rememora que, según fotografías históricas, los primeros puestos datan de 1910. Posteriormente, en los años 60, con las remodelaciones al Centro Histórico realizadas durante el gobierno de (Agustín) Arriaga Rivera, los puestos fueron reorganizados, especialmente en lugares emblemáticos como el Mercado de Dulces y los portales de San Agustín.
Con cierta nostalgia, Víctor recuerda la época de Oro de los Periódicos en Morelia, allá por los 80, y la desaparición de periódicos impresos como Cambio de Michoacán, Provincia, y el más reciente El Sol de Morelia, apenas en 2024. Ahora, solo La Voz de Michoacán, sobrevive como el único periodico impreso local, entre los puestos de revistas de Morelia.
Otros extintos en la capital michoacana se suman a la lista, como Récord, dedicado exclusivamente a deportes; La Jornada de Michoacán, El Buen Día Diario, La Extra, El Diario de Morelia, La Opinión de Uruapan, ABC, y El Nuevo Michoacán, donde laboro Ándres Resillas como Jefe de Información, y quien nos proporcionó un poco de la desaparición de estos impresos.
El golpe de la digitalización y la pandemia
Con la llegada de la digitalización y la pandemia de 2020, los periódicos impresos comenzaron a declinar. «La revista ya no se vende como antes, y los periódicos bajaron mucho. Hoy, subsistimos casi por la venta de dulces», relata Rosalba Rangel, quien trabaja un puesto en los portales junto al Hotel Alameda.
Rosalba también menciona que las revistas mensuales, como Vanidades y Muy Interesante, se venden muy poco por que para acabarla, solo la gente grande las busca «Son caras, entre 35 y 120 pesos, y solo las compran personas mayores», comenta.
Un futuro incierto
A pesar de la crisis, los puestos de revistas han sabido adaptarse, diversificando sus productos con dulces, chocolates, libros y coleccionables. Sin embargo, el futuro parece sombrío. «De aquí a 10 años no creo que existamos. Estamos sobreviviendo, no vendiendo», dice Modesto Ramírez, quien opera su puesto sobre la avenida Madero mientras escucha las noticias en su radio.
Modesto también señala que no solo los periódicos han desaparecido, sino también historietas icónicas como El Libro Vaquero, Memín Pinguín , La Familia Burrón y Caliman, piezas que marcaban generaciones y ahora son solo un recuerdo.
Guardianes del papel en una era digital
Sin duda, los puestos de revistas son parte de la cultura popular, hasta hace unos años aún eran populares los anuncios de coleccionables que se anunciaban por televisión con la famosa frase «encuentrelo en su puesto de revistas», hoy por hoy, parece un oficio que parece desvanecerse lentamente.
Eso si, su esencia sigue intacta como Guardianes del Papel en una era digital, pues en el Centro Histórico, poco más de 15 puestos metalicos, ubicados a lo largo de la avenida Madero, la Plaza de Armas, el Mercado de Dulces y los portales, siguen abriendo sus puertas todos los días, esperando vender un poco de cuando el papel reinaba sobre lo digital.
Fotos Asaid Castro/ACG