Morelia/Samuel Ponce Morales
Finalmente, después de un accidentado proceso interno, se dio el relevo en la dirigencia del PRD en Michoacán, se va Víctor Baéz Ceja y arriba Carlos Torres Piña. Ahora, el Sol Azteca tendrá que concretizar una reconciliación y una normalidad institucional.
Y, en ello, por supuesto, la indispensable unidad partidista entre las principales corrientes, rumbo a las elecciones locales y federal del próximo año; ese es el reto a mediano plazo que podría situarnos en la posibilidad de triunfos, incluyendo el de la gubernatura.
Sin embargo, antes de los comicios constitucionales, el PRD, a corto plazo, tendrá que enfrentar otro reto interno, la renovación de su Consejo Estatal y esta vez por la vía del voto directo de sus militantes, una prueba prácticamente de fuego.
Se va el ex diputado federal Víctor Báez Ceja con fuerte un pasivo en el PRD al tocarle la derrota en las elecciones que él y sus compañeros partidistas perdieron las elecciones a gobernador, dejando atrás dos administraciones estatales
Al liderazgo perredista en el estado llegar también el ex diputado federal Carlos Torres Piña que conoce las extrañas del propio partido político y en quien confían en su imparcialidad los más fuertes contendientes hacia la candidatura al Solio de Ocampo, los diputados Silvano Aureoles Conejo y Fidel Calderón Torreblanca.