Morelia/Enrique Castro
Feligreses católicos se “convirtieron” en polvo, al acudir a las iglesias a recibir la ceniza que dicta la religión católica y que indica el inicio de la cuaresma previa a la Semana santa.
Los fieles se formaban para que jóvenes seminaristas, sacristanes o sacerdotes colocaran ceniza en sus frentes o cabezas, pero antes escuchar la frase “polvo eres y en polvo te convertirás”.
Ese acto marca el ayuno de cuarenta días que deben realizar los católicos, sin embargo, esta acción refiere ahora en tiempos modernos a la abstinencia de la carne roja en los alimentos.
La ceniza se obtiene de la incineración de los ramos de un año anterior.
Después de que se les colocó la ceniza, los asistentes toman un tiempo para realizar rezos y peticiones en la misma iglesia.
Unos entran rápido y otros tienen tiempo de hacerlo lento; en cualquier “escapada” acuden a los templos a realizar el rito