Morelia/Constanza Orozco
El cielo de Morelia se volvió gris otra vez y nuevamente empapó las calles del centro. La noche era fría y casi todo comenzaba a vaciarse. Los restaurantes, las tiendas, las cafeterías y las calles.
La calle Nicromante Tomó un color azul y ante la falta de iluminación apenas lograba distinguirse que la enorme puerta del enorme palacio clavijero estaba aún medio abierta, y hasta, ahí todo parecía estar desierto. El clima era frío dentro y fuera del palacio y no se predecía que cerca se estuviera llevando a cabo un evento cultural.
En la sala todos tomaban sus asientos y si iban acompañados susurraban entre ellos. Si veían a alguien conocido lo saludaban con cortesía.
El ambiente era cálido y contrastaba la tranquilidad que se respiraba con el sonido incesante de los automóviles que aún se escuchan muy claramente.
Ayudando a buscar la tranquilidad, un jazz suave provocaba ceremonia y elegancia al evento pronto a iniciarse.
Patricia Vázquez, se acompañó de un equipo profesional que le dio al evento, aunque no fuera muy extenso, la altura acorde a su libro.
Antes de su propia lectura, la autora recibió halagos a través de las palabras llenas de cariño y admiración que le dedicaron, a ella y a su obra, sus presentadores. Y no era para menos, ellos lograron provocar la intriga que posteriormente sería satisfecha por la autora misma, al dar lectura de algunos de los poemas de su libro.
Sus escritos reflejaban la poesía que se ha descubierto en el romance, en el amor joven de una pareja recién casada. Siempre llena magia.
Las palabras impactaban contra la susceptibilidad del oyente y permitía escarbar en la intimidad del personaje literario y la autora.
Su obra lograba transmitir una sensación de familiaridad para todas. Haciendo énfasis en el género femenino en qué la obra recae.
Colmando de rimas y metáforas alejadas, en cierta medida, del romanticismo en el se tiene contemplada a la poesía, y del cual no se saca. Una poesía que debe ser dedicado a la belleza de una mujer inmaculada, etcétera etcétera. Aquí se rompe este estigma y muestra la poesía de la mujer y su sexualidad y de una mujer enamorada de otra mujer.
Así pues, Patricia Vázquez logra Matizar cada poema con un color diferente, día a día en su Diario de una poeta recién casada.