Hombres, mujeres, ambos, jóvenes, se han apoderado de las calles, no sólo de Morelia, sino de las principales ciudades del país. Les une la voz de la indignación y el coraje. El sentido de la visa se aguza, escudriña, cuestiona. El tema primordial que reclaman es uno: ¿dónde están los 43 normalistas?… “Los queremos vivos…”, remarcan, se unifican.