Pagaron por asesinar a ex autodefensa

Imagen: Héctor Tapia
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Morelia/Redacción

 

Jorge Lizardo Castrejón cobró 200 mil pesos y una grúa de arrastre por un trabajo concreto; la encomienda fue asesinar al Comandante de la Fuerza Rural de Coalcomán Felipe Díaz Ávila.

De acuerdo a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), quienes contrataron los servicios de Lizardo Castrejón fueron Abel Ávila y sus hijos Roberto y Saúl, en complicidad con Adolfo Valdovinos.

Estos, al ser considerados como los autores intelectuales, fueron detenidos por la misma procuraduría.

Al parecer el móvil del asesinato fue porque las acciones de vigilancia que había establecido el comandante en la zona de Coalcomán, ubicado en la serranía del estado, afectaban sus actividades ilícitas.

El asesino asueldo planeó la emboscada en contra del mando de la Fuerza Rural, donde lo baleó para después escapar, heridas que finalmente le causaron la muerte un día después cuando era atendido en un hospital de la capital del estado.

El comandante había integrado, desde su fundación, las filas de las autodefensas de esa localidad; posteriormente él se institucionalizó, ingresó a las filas de la Fuerza Rural, cuando el gobierno federal hizo el llamado para la legalización de estos grupos de civiles armados.

Hace unas semanas el comandante de la Fuerza Rural había denunciado que los elementos regularizados de las autodefensas en éste nuevo cuerpo de seguridad no estaban recibiendo salarios, y que estaban pagando prácticamente hasta la gasolina con que realizaban los recorridos por la serranía para cercar las actividades de los grupos delincuenciales que operan en esa zona.