Morelia/Redacción
“No queremos más sangre, no queremos más muerte, no queremos más desaparecidos, no queremos más dolor ni más vergüenza”, exigió Monseñor Alberto Suárez Inda, tras los hechos ocurridos en La Ruana el martes, y comparo este enfrentamiento entre hermanos sujeto al orgullo, con el pasaje bíblico de Caín y Abel.
La Iglesia Católica se solidariza con las familias que sufren la pena de sus muertos o desaparecidos y llamo a la reconciliación y a la conversión “recordando que el Señor es nuestra paz”.
Las armas no son la solución y las balaceras “alimentan el miedo”, alerto e hizo votos porque “no haya más un Caín que asesina a su hermano”, y volvió a llamar a la reconciliación y a ver siempre el rostro de Jesús en el semejante.
Tras enviar sus condolencias a las familias que sufren por haber sido víctimas del dolor, pidió no dejar de orar por la paz en Michoacán.
Lamento que nuevamente Tierra Caliente se llene de sangre de hermanos a causa del orgullo, la codicia y la prepotencia por el control del territorio, pues “gran pobreza tiene el hombre cuando quiere someter a los demás por la fuerza”.
El jefe católico leyó una parte de la declaratoria emitida el mes pasado por los obispos de Michoacán: “basta ya, no queremos más sangre”.
