Morelia/Redacción
En contexto de nombramiento de Carlos Garfias Merlos, quien fue investido como arzobispo de Morelia, la precandidata presidencial de Acción Nacional (PAN), Margarita Zavala, se negó a hablar sobre el 2018.
Se limitó a comentar que su presencia en la Cátedral de la capital del estado era por la amistad de muchos años que sostiene con Alberto Suárez Inda.
La incomodidad de la panista se hizo manifiesta al quedarse literalmente atrapada entre micrófonos y cámaras de televisión que buscaba la nota.
Ante la insistencia de los medios de comunicación, se vio forzada a profundizar acerca de Alberto Suárez Inda a quien describió como un hombre entregado a la causa de los más necesitados. Respecto a su sucesor solo comentó tener confianza en que lo hará bien.
La panista se refirió al tema de seguridad para los religiosos michoacanos. Consideró indispensable la necesidad de reforzar la seguridad para los religiosos de la entidad para que puedan hacer su trabajo en favor de lo más necesitados.