Morelia, Michoacán| Acueducto. – “Por una última Navidad sin guerra” el cardenal Krajewski y el nuncio apostólico en Ucrania, monseñor Visvaldas Kulbokas, realizaron una misa navideña en una Ucrania destruida, que se ha visto severamente afectada por la guerra.
El hecho fue compartido por el vaticano, donde se señaló que se tuvo como objetivo, acercar a el Papa a las aldeas más afectadas por el conflicto bélico que se ha desarrollado en la zona, además, de entregar como regalo una furgoneta médica camper a Lviv y seis ecógrafos destinados a los hospitales bombardeados.
El cardenal mencionó que tanto él como el Papa conocen las adversidades a las que se enfrentan, por lo que se mantienen constantemente informados sobre los hechos que ocurren en el lugar.
Tras un largo viaje, el cardenal y el monseñor llegaron a la zona de guerra, específicamente a Fastiv, una ciudad de 60.000 habitantes ubicada a 80 kilómetros al suroeste de Kiev, para lucir la obra navideña, donde hay cientos de niños a quienes se les regalaron ositos de peluche.
Al terminar la actividad, se inauguró el comedor que faltaba desde el 2009, lugar en el que el cardenal dijo “El Papa me envió a recorrer 3.000 kilómetros para compartir con vosotros la alegría de que Dios ha nacido, esperemos que ésta sea la última Navidad de guerra. La fe y la oración pueden mover montañas. Por eso, si confiamos en Dios, esta guerra absurda terminará”.