Mientras la comida alcance…

Imagen: Héctor Tapia
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Morelia/Héctor Tapia

Ya casi están los jitomates asados. La salsa también se está preparando. El aroma de la comida comienza a flotar frente a las instalaciones de la sede estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

La comida será para los militantes perredistas procedentes de Tuzantla que permanecen en plantón. Exigen que haya una elección para determinar el candidato por ese partido a la alcaldía y que no sea por “dedazo”, ya que se quiere “imponer” a Octavio Ocampo Córdova, con lo que no están de acuerdo.

En la puerta de acceso al partido está instalado el grupo de mujeres que ha asumido el papel de hacer de comer a los que están en plantón. También están inconformes.

Sobre la mesa hay chicharrón, que prepararán en salsa roja para la comida. Ya huele a orégano y cebolla, están listas para preparar el pozole que, caliente, hará menos el frío de la noche, por si hay que continuar con la toma del partido.

A los lados de la calle están los vehículos en que arribaron; en una de las camionetas, los inconformes, cómodos, relativamente, juegan baraja y dominó. Buscan pasar el tiempo, no aburrirse.

Ya han establecido diálogo con el dirigente estatal, Carlos Torres Piña, quien recogió las inconformidades, planteadas por Juan Arcenio Rodríguez, actual dirigente del PRD en Tuzantla, y que busca también la candidatura a la alcaldía de esa localidad, pero que al estar reservado el municipio le habían dejado la precandidatura a Octavio Ocampo.

Juan Arcenio remarca que la militancia quiere que se haga la elección de quien representará al partido en la constitucional, y que no sea por dedazo.

En un extremo de la calle está colocada, atravesada mejor dicho, la camioneta del partido que trae Juan Arcenio, la vialidad está bloqueada. Los vehículos particulares que circulan por ahí tienen que irse de largo, por ahí, está claro, no podrán pasar.

Mientras tanto, en el comal, chillan los jitomates al asarse, justo cuando les darán vuelta para que se sigan cociendo. Ya casi está la comida, y quien sabe cuántas más harán ahí. Están dispuestos a durar hasta que les hagan caso a sus demandas.