Morelia, Mich. | Acueducto Noticias.- Productores de limón en la región de Tierra Caliente, en Michoacán, denunciaron nuevos ataques por parte de presuntos grupos criminales que, utilizando maquinaria pesada, derribaron árboles de limón como represalia por la negativa de los agricultores a pagar las cuotas impuestas por estos grupos.
El hecho ocurrió en los municipios de Apatzingán y Buenavista Tomatlán, donde los agricultores se enfrentan a la presión de organizaciones delictivas, que han aumentado las cuotas desde 2023. En las redes sociales se han compartido imágenes de los árboles derribados, lo que ha provocado indignación tanto entre los habitantes de la región como entre los defensores de los derechos de los agricultores.
Ante esta situación, autoridades federales y estatales se reunieron en la 43 Zona Militar de Apatzingán para abordar el tema. En un comunicado posterior, se aseguró que se están reforzando los operativos de seguridad en la zona, específicamente enfocados en el combate a la extorsión en el sector citrícola. Sin embargo, los productores de limón piden que los rondines de vigilancia sean continuos y no limitados a situaciones de emergencia.
La producción de limón en Michoacán es vital para la economía local, con una producción anual de 800 mil toneladas en una extensión de 40 mil hectáreas. Sin embargo, la presión del crimen organizado ha convertido a este cultivo en una actividad insostenible. Los agricultores han hecho públicos sus reclamos, destacando que, en años anteriores, los cárteles exigían solo 2 pesos por kilogramo, pero desde 2023 han incrementado las cuotas de manera significativa, lo que ha dejado a muchos productores en una situación económica difícil.
En respuesta a esta creciente violencia y extorsión, los agricultores han demandado a las autoridades que se implementen medidas más efectivas, como la instalación de bases de seguridad permanentes en los municipios productores de limón, para garantizar que los ataques no continúen y los agricultores puedan realizar su labor sin miedo a represalias.
Con información de La Jornada.
