Morelia/Margarita Blanco.
Las mujeres empresarias en Michoacán han iniciado sus negocios ante la necesidad de complementar el gasto familiar pues un solo ingreso, el del varón, es insuficiente y en casos como en el de las jefas de familia, inexistente. Así se han convertido en generadoras de su propio empleo y en algunos casos del de otras personas, sobre todo del de otras mujeres. Gracias a sus ingresos, los miembros de sus familias pueden tener educación y contribuyen con su labor al mejoramiento de su entorno social. Sin embargo, cotidianamente se enfrentan a la necesidad de adaptarse a nuevos mercados, de capacitarse, de dar a conocer sus productos y de encontrar financiamiento para poder crecer.
La profesora investigadora de la Facultad de Economía de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, María Arcelia Gonzáles Butrón en coautoría con la economista Karen Morrillón, quienes próximamente editarán un libro sobre este tema, aseguraron que la situación económica en Michoacán a la que se enfrentan las mujeres empresarias es vulnerable, sin embargo, no es exclusiva del estado, pues son compartidos con otras entidades problemas como la falta de empleo, de ingresos, la pérdida de poder adquisitivo de la moneda o la constante emigración.
La investigación que realizaron en tres municipios del estado: Morelia, Uruapan y Zamora, en donde se acercaron a las microempresarias arrojó que ellas se enfrentan a una situación de crisis económica, la cual se refleja en falta de ingresos y ventas pero también a la falta de acceso a la información y la capacitación con perspectiva de género, la cual incida “no sólo en su autoestima, sino que involucre aspectos que se reflejen en la capacidad de agencia (capacidad de actuar) y decisión de las mujeres en otros espacios: sociales, políticos, institucionales, culturales, ambientales”.
Los profesores investigadores de la Facultad de Economía de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Pablo Manuel Chauca Malásquez y María Arcelia Gonzáles Butrón, realizaron un estudio en la que muestran que la motivación de las mujeres para poner un negocio propio, además de la mencionada necesidad de obtener ingresos extras para la subsistencia de su familia, tiene que ver con el deseo de tener mayor independencia económica.
La investigación arroja que las mujeres empresarias han ido en aumento en el estado y que su papel es importante, ya que en muchos casos son generadoras de empleo y “tienen impactos positivos directos e indirectos en el bienestar de sus propias familias; pero también de otras familias, de los vecinos de la colonia, y en su momento de los habitantes de la región o estado”.
La mayoría de ellas se ubica en el sector terciario, es decir en comercio y servicios y muchos de sus negocios son familiares, en otros casos emplean a otras mujeres, principalmente.
Además, manejan sus negocios en forma distinta a los hombres, pues tienen valores como el de la solidaridad y el trabajo en equipo.
Entre las fuentes de este estudio se encuentra la Asociación de Mujeres Empresarias de Michoacán A.C. (AMEMAC), organismo que promueve la capacitación y gestión para la realización de proyectos productivos para que las mujeres en el Estado alcancen su desarrollo personal y comunitario y una entrevista a 350 propietarias directivas de empresas en Morelia.
Se trata en su mayoría de microempresarias pues 76% de las mujeres entrevistadas capta un ingreso mensual de menos de 10 mil pesos, 17% de las empresarias capta entre 10 mil y 20 mil y 3% de las mujeres tiene un ingreso al mes de entre 20 mil y 40 mil. Sólo el 1% de las mujeres empresarias tienen ingresos de más de 40 mil pesos mensuales.
Una buena parte de este ingreso es destinado a los gastos de la familia, pues 26% de las mujeres empresarias destina el 50% de sus ingresos para este fin.
Ellas relatan que además del trabajo en el negocio deben dedicar horas a las labores domésticas, en algunos casos solas, pues 39% de ellas no cuentan actualmente con la ayuda de sus esposos para realizarlas.
Sin embargo, el esfuerzo realizado por estas mujeres les significa retribuciones, ya que permite que sus hijos estudien gracias a los aportes de su empresa y que la calidad de vida de sus familias aumente.
Además, su papel como empresarias ha traído cambios en las decisiones que se toman en el hogar, ya que 54 por ciento reconoce que ha aumentado su participación en los asuntos familiares. Aunque 51% no tiene problemas por este cambio de roles; 28% aceptó tener dificultades con sus familiares por ello.
Los investigadores destacan que las mujeres empresarias han logrado mejoras e innovaciones en sus negocios, ya sea en la forma de administrarlos, o de producir bienes y servicios que ofrecen a los clientes. Ellas se las arreglan para enfrentar los cambios que se producen en su empresa, ya que las entrevistadas manifestaron “haber remodelado su empresa (18%); aumentado su inversión (15%); realizado cambios a sus procesos productivos (11%); mejoras en la calidad de sus productos (bienes o servicios, 9%); cambios en publicidad (2%); y reducción de costos (2%).El 21% dijo, a través de la variedad en sus mercancías. El 12% de las empresarias se capacita, mientras que el 1% mejora la maquinaria o el equipo de trabajo”.
Además, están conscientes de que tener una buena imagen de su negocio y de sus productos les retribuirá beneficios, sin embargo, reconocen que no han invertido en ello. De ahí que siete de cada 10 mujeres empresarias entrevistadas no cuenta con algún tipo de mercadotecnia (precio, localización del negocio, rasgos físicos de los productos).
Entre sus retos se encuentra también el de conformarse en asociaciones, lo que les favorezca en cuanto a la capacitación y a oportunidad de acceder a crédito pues 85% de las entrevistadas dijo no pertenecer a ninguna organización empresarial, El 89% de las empresarias no ha tenido ningún tipo de financiamiento gubernamental y once por ciento no contaba con la capacitación necesaria para hacer crecer su empresa.
Los investigadores concluyen en que “las mujeres empresarias son sujetos clave para el desarrollo, en particular del Estado de Michoacán” y reconocen la ardua labor que realizan día con día para el bienestar de sus familias.
Es necesario, agregaron, “unir fuerzas, experiencias, conocimientos y compromisos con las personas que tienen el poder de decisión desde las dependencias gubernamentales y no gubernamentales con relación a estos temas para avanzar en la mejora del entorno que favorezca el desarrollo y fortalecimiento de las mujeres empresarias michoacanas”.