Morelia, Mich. | ACG. – Previo a la celebración de la Feria del Mole en la tendencia de Santa María de Guido, las maestras moleras continúan con la tradición de seguir preparando este platillo típico, que ha continuado alimentando el corazón, y deleitando el paladar de los morelianos por más de 3 generaciones, como el caso de las mujeres López: Virginia, Socorro y Berta.
Nos cuentan las maestras que han sido más de cuatro generaciones, entre su madre, hermanas, cuñada, hijas y hasta los nietos, que se han seguido sumando a la tradición de elaborar este platillo. Mencionan que a pesar de aprender la misma receta, cada Mole sabe diferente, y es que «es la mano de quien lo prepara lo que le da el sabor».
Si bien, presumen de que existen moles industrializados que se ofrecen en distintos comercios de la capital, no es lo mismo que el que se prepara de forma tradicional, que con más de una semana de preparación para crear la ‘pasta’ esta puede duras más de un año, sin agregar conservadores por los más de 16 ingredientes que lleva.
«Hay que seleccionar todo para mejorar el sabor. Gracias a Dios, nosotros tenemos clientela y nos vienen a buscar a pesar de ser más caro, pero damos un precio accesible para continuar las ventas» explicó Virginia.
Entre una variedad de chiles, especias, chocolate y hasta nuez, se mezclan y doran cada uno de los ingredientes para conseguir la pasta, que después se puede diluir con caldo de pollo o pavo, y aunque ninguno de los ingredientes puede faltar para preparar el Mole, lo que se le agrega extra a la receta es: el amor y cariño.
«Nunca nos enfadamos, hacemos con arto gusto el Mole y hay veces en que decimos ‘ay, hoy me quedo más bueno’, pero para que sea el mejor, hay que hacerlo con alegría y con amor» dijo Berta.
Pero ¿alegría y amor por cuantas horas?
Explica Virginia López que solo para este próximo Festival del Mole en Santa María de Guido, han estado preparando su tradicional pasta, por más de dos semanas, lo que equivale a su participación en el festival, con 40 kilos de un Mole rojo que resulta imperdible este 12, 13, 14 y 15 de agosto.
«Sabemos que vamos a tener mucho trabajo en la feria, y lo mejor es que van a estar todas las compañeras para que puedan probarlos», invito Socorro a los lectores a visitarlas durante el evento.
Un dato extra a considerar, y que nos platica Virginia, es que solo en la tenencia, existen 18 maestras del Mole, que además de considerar a los comensales para los precios, se ponen de acuerdo en los mismos para generar una competencia justa, y que además, mantendrán los precios del año pasado, pudieron adquirir un kilo de Mole tradicional, por 250 pesos.