Morelia, Mich. | Acueducto Noticias.- La escuela primaria Lic. Juan Ortiz Murillo ubicada en la colonia Primo Tapia Poniente no ha podido regresar a clases desde el pasado 27 de septiembre, fecha en que iniciaron los desfogues en la presa de Cointzio y los cuales provocaron estragos en zonas bajas de Morelia, por lo que, explica su director, Nicolás Aguirre Alvarado, en el mejor escenario el regreso a clases sería a partir del 4 de octubre.
Las inundaciones, por aguas residuales debido al aumento del volumen drenajes, afectaron principalmente el patio principal, llegando a elevarse a un máximo de 20 centímetros.
Aguirre Alvarado, explicó que el regreso a clases estaba previsto para este miércoles 2 de octubre, luego del puente generado por la toma de posesión de la presidenta municipal y el desfile cívico por el natalicio de Morelos. Sin embargo, las condiciones actuales, con aguas contaminadas en el patio y riesgo de infección, impiden la reanudación de las actividades. “No podemos exponer a los niños a un foco de infección”, mencionó Aguirre, quien añadió que los salones en uso se encuentran en buenas condiciones.
En cuanto al personal, la escuela cuenta con una planta de trabajo de alrededor de 20 a 25 personas, incluidos 12 docentes y el equipo de educación especial de USAER. Sin embargo, ni la Secretaría de Educación ni el ayuntamiento han brindado apoyo directo hasta el momento. “Estamos esperando la reacción de las autoridades, ya se dio aviso vía plataforma de la Secretaría de Educación y también nos comunicamos con Protección Civil”, señaló Aguirre.
La falta de agua potable agrava aún más la situación, ya que la colonia Primo Tapia Poniente es una de las 170 afectadas por el corte del suministro. La escuela, al ser de tiempo completo y contar con comedor, depende de agua para su funcionamiento básico. Ante esta problemática, se han solicitado pipas para abastecer las necesidades del plantel y garantizar las condiciones para la limpieza y la reanudación de clases.
Aunque algunos padres de familia han comenzado a ayudar voluntariamente en la limpieza de las alcantarillas, el director señaló que se espera la participación de más padres una vez que el agua termine de retirarse. “Los padres están conscientes de la importancia de que sus hijos regresen a clases, y confiamos en que, trabajando en conjunto, podremos resolver la situación lo más pronto posible”, afirmó Aguirre.
Hasta el momento, no se han detectado daños en la infraestructura, salvo la inundación recurrente en ciertas zonas del plantel. El director espera que, si las condiciones lo permiten y el agua se retira en las próximas horas, los padres puedan ayudar a limpiar el plantel, lo que permitiría reanudar clases tan pronto como el viernes o, en el peor de los casos, el lunes próximo.
En tanto, la comunidad escolar se mantiene a la espera de una respuesta por parte de las autoridades educativas y municipales, con el objetivo de restablecer las clases y normalizar la vida académica de los más de 200 alumnos que dependen de la escuela para su alimentación y educación diaria.
