Morelia, Mich. | Ivan Villanueva.- Mario César inicia su jornada laboral de malabarista desde las 07:00 y la termina hasta las 17:30 horas todos los días de la semana, su oficina son los semáforos de la ciudad, desde donde hace más de 10 años realiza malabarismo para ganarse la vida.
Su amor por este arte nació a las 13 años cuando comenzó a jugar malabares por una clavas que le habían regalado y años más tarde se convertirían en sus herramientas de trabajo.
(Fotos: Ivan Villanueva/Contraluz)
El sol es el principal enemigo de Mario, razón por la cual siempre usa su gorra para protegerse del calor, ya tiene medido el tiempo que el semáforo estará en alto total para realizar su acto de malabares con dos balones y cinco clavas.
En ocasiones agrega un monociclo y un tercer balón para hacer más vistoso el show, pero es muy demandante en cuestión física controlar tantas cosas a la vez.
Su trabajo le gusta, razón por la cual sale motivado a realizarlo día con día, moviéndose entre distintas avenidas de Morelia y en ocasiones ha salido a otras ciudades a realizar su acto, pero comenta que Morelia es su lugar favorito para trabajar además de ser su hogar.
