Mallinali, medio año de injusticia

Imagen: Héctor Tapia
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Morelia/Héctor Tapia 

Apenas con 17 años y a pocos días de concluir sus estudios en preparatoria, Mallinali Saucedo Valdéz, fue encontrada sin vida el 19 de mayo en un canal de aguas negras del municipio de Tarímbaro. Según los reportes de la policía, la jovencita fue asesinada a golpes.

Mallinali había llegado a Morelia desde Huetamo con la ilusión de concluir la preparatoria en la capital del estado, para posteriormente ingresar a estudiar su carrera en bioquímica.

De acuerdo con su padre, Alfredo Saucedo Reynoso, que desde la muerte de su hija exige se aclare el crimen y se castigue al culpable, no ha habido avances en la investigación del asesinato. No hay resultados.

Desde afuera de las instalaciones del Palacio de Gobierno de Morelia, junto al colectivo de feministas Maitroska, el  señor Alfredo protesta, alza la voz desde un megáfono, no sólo pide, exige que se encuentre al responsable del asesinato de su hija.

Mallinali Saucedo era una de sus tres hijas; ella la última vez que la vieron con vida, según lo que han ido investigando, fue desde el sábado, porque desde el domingo 18 de mayo ya no se supo nada de ella, sino hasta que apareció sin vida hasta el lunes. 

“No hay nada, lo único es que declararon varios jóvenes, menos uno; nadie salió positivo de los exámenes que se les hicieron”, explica en entrevista.

Señala que el último que la vio con vida es un muchacho que estudia en odontología, es el que faltó por declarar, “no ha aparecido o no lo han llamado, no sé”.

Recuerda que a Mallinali le gustaba mucho la ecología, incluso participaba en talleres desde Huetamo. Desde allá, era muy activa, presentó proyectos enfocados a la ecología, repartía volantes, que pagaba con su propio dinero, para concientizar al respecto, describe con la voz entrecortada.

Le quedan dos hijas; dice que “por eso me interesa que detengan al asesino”.

Alfredo Saucedo señala que la exigencia es que se presenten a todos, que abran una investigación de verdad, que presenten a todos “los que tuvieron algo que ver con mi hija”; en la entrevista asegura que “no investigaron nada, nada más en el cuarto donde vivía; a los vecinos no les preguntaron nada, toda la investigación es todo lo que nosotros hemos presentado, lo que hemos logrado investigar”.

Dice que actualmente el clima que se vive es de mucha violencia, “estamos en una etapa en que la educación ya debería terminar con la violencia de género, pero el hombre nos seguimos aprovechando de la fuerza física para violentar a la mujer en todos los aspectos”, remarca.

Recuerda que tan sólo en el mes que fue a ver el caso de su hija, en mayo, se llevaba una carpeta de cinco asesinatos de mujeres en Michoacán, expediente que le fue presentado por la misma procuraduría. “No es posible que vemos a cada momento como mueren mujeres”, víctimas de la violencia de género.

Concluye haciendo un llamado a los padres de familia para que cuiden a sus hijas, para “que no sufran lo que yo sufrí, no echen en saco roto lo que está pasando” y que exijan a la autoridad que terminen con los feminicidios.