Luto indígena

Imagen: ACG
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Morelia/Héctor Tenorio

Al entrar a la comunidad de Arentepakua, hay cinco coches y un autobús destrozados, los comercios estaban cerrados y los pobladores pusieron unas barricadas, denunciaron que los policías entraron echando balazos.

Más adelante, hay dos camiones de pasajeros a los que le destruyeron sus vidrios.

En la plaza sonaron las campanas por los tres muertos que están por enterrar: José Carlos Jiménez; el menor de edad, Gustavo Hernández y Francisco Giménez.

Hasta que termine la ceremonia la comunidad tomará una decisión. Enfrente de nosotros pasaron los ataúdes, una anciana grita de dolor y es sostenida por otras dos mujeres.

Hay un inmenso dolor que invade todo.

El odio se desata, gritan consignas contra el gobernador Silvano Aureoles Conejo, gritan asesino. La misa de cuerpo presente comienza.

Cerca de los autos y autobuses destruidos, los peritos de la procuraduría estatal hacían su trabajo levantando casquillos.

Los ataúdes de José Carlos Jiménez Cristopher de 27 años y de Francisco Giménez de 70 años pasaron por la plaza principal. Recibieron una misa de cuerpo presente.

Más tarde, los llevaron al campo santo. El recorrido fue en silencio, solo era interrumpido por los llantos de los familiares.

Al llegar al cementerio Francisco Giménez fue enterrado casi al principio del campo santo. Sus hijos no pararon de llorar, una de las hijas le dijo a la viuda: «Ay mamá, se fue para siempre.»

Metros más adelante enterraron a José Carlos Jiménez, el llanto estalló

Mientras que en la iglesia velaban a Gustavo Hernández de 17 años; al terminar, la banda de guerra lo despidió en la plaza.

Los comuneros acordaron reunirse más tarde para determinar las acciones que tomarán.