La historia de hoy | Los tiliches de Amira Tame
Morelia, Mich.| Acueducto Noticias/Zayda Solís.- En Morelia radican artistas con variedad de estilos y propuestas, Amira Tame (27 años), se dedica a hacer piezas de cerámica e ilustración. Las piezas de Tame tienen una estética sencilla, casi minimalistas por los pocos colores que utiliza.
Actualmente se enfoca en hacer ilustración, jarrones y tiliches como ella les llama: “lo que más hago son jarrones y estoy empezando a hacer escultura, les llamó tiliches porque no sirven para nada. Estamos acostumbrados a crear para que algo sea útil. Aunque ya tiene su lugar como contemplativo, me gusta llamarlo así para que ocupe un espacio donde se note que no sirve para nada”.
Sus jarrones suelen tener elementos que dan la impresión de alegría, enojo o tristeza: “Me gusta bobear mucho, hago monitos que según yo son simpáticos. Por ejemplo a los jarrones les pongo caritas, intento ponerles un detalle que los haga no tan serios, más ligeros”.
Su gusto por las artes plásticas surgió desde la infancia, aunque no pensó que se dedicaría a la cerámica, “si pensé que iba a ser pintora. Al final no se armó, me gustó dibujar nada más. También me gusta pintar, pero me gusta mas dibujar y la cerámica. Nunca pensé que fuera a hacer cerámica, no creía que fuera capaz de crear algo en 3D, no sé porqué”.
La joven artista estudió arte y diseño en la Escuela Nacional de Estudios Superiores Unidad Morelia UNAM, en algún momento tomó una asignatura de cerámica, “ahí tuve conocimientos básicos, y después tuve la oportunidad de irme de intercambio por una beca de la escuela. Ahí tomé una clase de torno de porcelana. Fue cuando me enamoré de la cerámica y quise seguir haciéndolo”.
Imagen Zayda Solís/Acueducto
Después de la estancia en Nuevo México, Tame se ha dedicado a trabajar la cerámica desde hace 3 años. Asegura que una de las razones por las cuales disfruta esta forma de hacer arte es por el aspecto sensorial que se potencializa al estar en contacto con los materiales. “Lo que más me gusta es estar en contacto con los materiales, todas las sensaciones corporales y físicas que llevan a un estado meditativo”.
Aunque, hacer cerámica no es una tarea sencilla porque requiere mucha paciencia y aprender a soltar porque en el proceso puede que las piezas no salgan como se espera “los procesos son tardados y casi siempre hay algo que sale mal, es probable que algo salga mal. Entonces, tienes que desapegarse al maximo. Más bien te apegas al proceso y no a los resultados. Eso es de lo más difícil”.
La joven artista tiene varios planes a futuro, aunque no ha pensado en algún museo en particular para exponer sus piezas, le apasiona seguir dibujando y creando tiliches. “Nunca he pensado en un museo en específico pero preferiría exponer. No está descartado dar clases pero me emociona más solo crear” concluyó.