Morelia/Samuel Ponce Morales
Las carnitas, y no precisamente las de Huandacareo o las de Quiroga y menos las de La Piedad, fueron las grandes ganadoras de la kermes dominguera del DIF Michoacán.
Una kermes, en donde se vio la falta de solidaridad de los principales funcionarios del gabinete del gobernador Fausto Vallejo Figueroa, salvo las infaltables excepciones.
Y mientras, una gran mayoría de los 113 Ayuntamientos instalaban sus puestos de acuerdo a la comida, a la bebida y hasta la fruta de sus respectivos municipios, las dependencias gubernamentales sin ton ni son.
El mediodía no era tan caluroso. Había ríos de gentes en los caminos de ese polémico zoológico, ya sea por criticar la apatía de sus trabajadores o por mercadear animales a diestra y siniestra.
Ríos de gente que se empolvaban de la tierra suelta, aquella que no pudo ser contenida por la frescura que daba a priori la fuerte lluvia que despedía el rocío del agua mañanera.
Ahí, en ese ir y venir, confluía el improvisado y circunstancial tianguis, mayoritariamente de antojitos, con el de las figuras de los animales ya no tan salvaje, al menos eso se visualizaba de fuera hacia adentro.
Era un confluir agotador y ruidoso, pero masoquistamente atractivo para seguir y seguir caminando, para seguir haciendo paradas en donde a uno se le pegaba la gana, hasta para escuchar a la banda y ver bailar a los sin vergüenza, aunque sea de paso.
Fue un día especial, todo por el DIF Michoacán, todo por recaudar fondos, no importa que en la kermes hicieran presencia las micheladas y otras linduras no aptas para la buena alimentación.