Las canciones y travesías de Heladio Alba, un hombre de la tierra

(Imágenes: Carolina Nambo)
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Morelia, Mich. | Acueducto Noticias/Carolina Nambo.- Con un carácter alegre y al mismo tiempo fuerte, se le puede ver a Don Heladio Alba, como es conocido, que a pesar de tener 93 años, no pierde el sentido del humor, ni su sonrisa.

Su familia y el trabajo desde niño

Hijo del Sr. Aurelio Ayala y la Sra. María Pantoja, creció en el poblado de Tiripetío Michoacán, sitio donde solía trabajar desde muy pequeño, en tierras ajenas cuidando reses o cosechando, para brindarle apoyo económico a sus padres.

«A los 13 años compré un lote, para construir la casa para mis padres, mis hermanos y para mí; también compre mi primer vaca, que tengo en una foto y un burro».

Su juventud

Con ese carácter divertido y sin miedo alguno, solía caminar largas distancias, mientras iba haciendo sonar su armónica.

«Me iba hasta Capula, Tepenahua y Tacámbaro».

Acueducto Noticias.- ¿Cuáles son sus canciones favoritas?

«La calandria, los dos amigos, las tres tumbas y una jaula de oro».

Estar fuera del ejército

Al poco tiempo de estar prestando su servicio militar, fue expulsado, por desarmar, golpear y dejar en ridículo al teniente coronel, que estaba a cargo de ellos en ese entonces.

«Me siguió para golpearme, estábamos dando vueltas alrededor de un pino, cuando se descuidó me di la vuelta al contrario, ahí le di unos golpes y le quite las armas».

Sin saber leer ni escribir, cumplió sus metas

Siendo muy joven se golpeó la cabeza al caer de un árbol, por tal razón ya no pudo continuar con sus estudios, ya que solía olvidar como escribir. Pero eso no fue un obstáculo, para continuar con sus planes de ser ejidatario y tener sus propias tierras.

Acueducto Noticias.- ¿Cómo fue que obtuvo sus propiedades?

«Después de ahorrar por muchos años, se las compré el 31 de marzo de 1975, a una señora que se llamaba María del Jesús Cruz».

Llevar el agua y la luz a la comunidad

Siendo comisariado de la localidad de Noriega, a donde se trasladó al casarse; logró gestionar con las autoridades municipales, la red de luz y la tubería para el agua potable, puesto que los habitantes del lugar carecían de esos servicios.

«El primer pozo de agua lo pusimos, con el señor Bartolo, el señor Carlos y Ambrosio Ceballos».

Reconocido por su valor

Aunque tiene un carácter noble, también es renombrado por la valentía, que desde joven ha tenido. Ya que siempre lleva al lado del cinto, su navaja y se le puede ver arreando el ganado cargando un bolo.

«Será cierto o será mentira, solo el que carga el morral sabe lo que lleva dentro».

El olvido

Solo y sin recibir una visita por parte de sus dos hijos varones y tres de sus hijas: Arminda, Bertha Carolina y Oralia; a logrado mantener la producción de sus tierras.

Donde cultiva maíz, avena, janamargo, frijol, además de cuidar más de treinta cabezas de ganado.

«Nunca vienen, no las dejan los maridos, y si vienen es solo a pedir herencia, a decir que les reparta las cosas».

Su rutina

Para Don Heladio, no existen los días de descanso, siempre se levanta muy de mañana a seguir con sus labores en el campo y a cuidar sus animales.

Pero todas las tardes, tiene como costumbre caminar hasta llegar a la casa de una de sus hijas, la única que se quedó con él.

Ahí suele platicar con sus nietos, su bisnieto, ver noticias o jugar con su bisnieta, misma que como él explica es su alegría.

Acueducto Noticias.-¿Quiénes son sus nietos y sus bisnietos?

Heladio Alba.-La más grande es Cris y cuando era niña le decía Isidra, porque nació el 15 de mayo, otro es Tony, otro Ulises pero le digo Juan, otro Nica y a la más chica de cariño le puse «la negra», mi bisnieto Ulisillos y bisnieta Mindilla.

Tener una vida sin vicios

Acueducto Noticias.-Con tantas propiedades y dinero, ¿Cómo evitó caer en los vicios y solo dedicarse al trabajo?

Heladio Alba.-Trabajando siempre, para poder darle una profesión a mis hijos, y pensando en lograr riqueza en tierra mexicana, nunca ocupé ir a los Estados Unidos.