La marcha de los zombis

Imagen: Héctor Tapia
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Morelia/Héctor Tapia

“¿Y los zombis?”, se preguntaban mientras se sentaban a lo largo de la avenida Madero. Poco a poco iban ocupando la banqueta. Los morelianos esperaban ver la macabra, ingeniosa e inusual manifestación anunciada para ese día.

La quinta edición del Zombi Walk estaba programada para las 18:00 horas; sin embargo eran las 7:30 de la tarde, que con el cambio de horario parecía una profunda noche, no aparecían.

Hasta la avenida Acueducto estaban miles de participantes de ésta marcha-exhibición-juego. Estaban prácticamente amontonados, avanzando a paso lento, atolondrado, representando lo más fielmente el papel.

Los curiosos se amontonaban, salían a la avenida. “Si no se suben a la banqueta los vamos a manchar de sangre…” fue la infructuosa amenaza de los zombis para que los dejaran pasar de manera fluida.

Médicos y enfermeras, descarnados del rostro, manchados con sangre, con los ojos blancos, caminando, famélicos, hambrientos por carne humana, comenzaron a acomodarse. Cuando menos eso se mostraba al avanzar, eso representaban, espantaban a los curiosos que aguardaban a las orillas de la avenida.

Al llegar a las Tarascas para tomar la Avenida Madero y comenzar a avanzar hacia la Plaza de Armas, se reagruparon.

Los gritos de los niños, asustados, realmente asustados, eran ahogados por las risas espontáneas de sus mamás, hermanas y hermanos, mayores, que se encontraban con ellos.

Un zombi con un pie, de una imaginaria víctima, con la cara descarnada, se acercaba y gruñía en a los que estaban en las banquetas. Del susto, éstos últimos, se hacían hacia atrás, entre gritos posteriormente apagados con las risas. Una y otra vez, haciendo lo mismo, con el mismo efecto.

“No te hacen nada…” le decía una madre a su hijo, que asustado se escondía entre la muchedumbre, intentando alejarse. “No te va a hacer nada…”, le insistía. El zombi seguía caminando.

En la marcha participaron alrededor de 5 mil personas disfrazadas de zombis, más otro medio centenar que participaron como sobrevivientes en la representación. De acuerdo a los organizadores éste año hubo una quinta parte más que el año pasado.

Después de que llegaron frente a Catedral, donde sostuvieron una batalla más entre muertos vivientes y “sobrevivientes” del ataque zombi, dieron vuelta en Plaza de Armas. A partir de ahí comenzó a disolverse poco a poco la marcha, mientras de fondo se escuchaba Thriller de Michael Jackson.

La expectación y aglomeración de los curiosos fue casi equiparable a la de los desfiles patrios.