Morelia/Constanza Orozco
El claustro mayor de la Casa de la Cultura de Morelia, fue el escenario para uno de los conciertos más emotivos de ese lugar.
El recinto cumple cuarenta años de actividades, y en el marco de este aniversario, durante toda la presente semana, se celebrarán una serie de actividades culturales presentados por los diferentes talleres de este espacio de tradición en la difusión y promoción cultural. El patio principal del antiguo convento Carmelita, se llenó de morelianos que disfrutaron canciones populares hasta Óperas de reconocidos compositores, y de las voces privilegiadas de los alumnos de los talleres de canto.
La noche de anoche, despejada y no tan fría, nos acompañó por más de una hora.
Fue “La llorona” la pieza con la que uno de los coros formaba el ambiente nostálgico y alegre. Los egresados, alumnos, talleristas, prensa y público en general compartieron las emociones de las interpretaciones de los cantantes. Fueron tres solistas, una soprano, un baritono, un tenor, quienes interpretaron de manera magistral a Puccini, Verdi… Posteriormente, uno de los exalumnos de estos talleres, dotado de una rara tesitura bajotenor, interpretó una emotiva pieza de puccini, para posteriormente llegar a la culminación de este precioso concierto, con el pleno de tres coros, más de cincuenta voces interpretaron el cierre, con la bocca chiusa de Madame Butterfly de Giacomo Puccini, el gran cierre de este magno concierto, fue con una de las arias más emotivas «el brindis» de la Traviata de Verdi, esto bajo la dirección de la maestra Lesbia Domínguez .
En entrevista, el maestro Jesús del Río, director de la Casa de la Cultura, expresó que «finalmente, la Casa de la Cultura no pretende tanto formar artistas, sino contribuir a la formación de mejores personas, mejores ciudadanos»; con más cien talleres actualmente, la Casa de la Cultura firma ya más de tres generaciones de ciudadanos en diferentes disciplinas, “hace cuarenta años, iniciamos con tan solo ocho talleres- cuenta- El arte es una de las actividades humanas que más elevan el espíritu»; el maestro del Rio, se despidió invitando a las actividades del resto de la semana en torno a este festejo, y dirigió una bonita reflexión sobre todas las personas que colaboran con él en su labor de dirigir La Casa de la Cultura de Morelia, «desde los colaboradores de mantenimiento hasta los directivos, todos somos uno».