León, Gto. | Acueducto Online/Cayetano Mac.- En Santa Clara del Cobre, uno de los tantos pueblos mágicos de Michoacán, se encuentra el taller de la familia de Maria Guadalupe donde la magia comienza con la manipulación del cobre, ahí donde nace el arte por el que se conoce el pueblo. “Siempre ha sido la tradición familiar de mis papás. Nosotros somos los hijos, y tenemos un tallersito pequeño.”
Las giras para promocionar el trabajo, la tradición y una parte de ella, ha comenzado hace poco, y agradece mucho el apoyo que se la estado dando en la proyección del taller de la familia. “He estado en Morelia y fuimos una vez a Acapulco, son las partes a las que yo he ido, es que yo tengo poquito saliendo.”
—¿Qué es lo que más le gusta de esto?
—A mí me encanta trabajarlo, hacerlo. Si me dijeran este trabajas o haces la cocina, mejor trabajo. Me gusta mucho.
Sobre el legado de la familia, Maria Guadalupe se siente orgullosa de ser la cuarta generación que se dedica a la fabricación de piezas y arte en cobre, ella sabe que dejará el taller en buenas manos ya que sus hijos tomarán estas riendas cuando ella no se encuentre en este mundo. “Van a seguir. Ya serían la quinta generación ellos.”
Como dato curioso y como aclaración a turistas, ella señaló que en Santa Clara no hay cobre, que ellos solamente se dedican a moldearlo en figuras. “No hay cobre. El cobre lo conseguimos por Guadalajara, por Lázaro Cárdenas, en Santa Clara es donde lo trabajamos.”
Así también desconoce el por qué es que inicio esto de la elaboración de objetos de cobre, pero que para ella, ha sido una bendición el que haya sido así.
—¿Y cómo es que empezó la historia del cobre en Santa Clara?
—Hay una historia, lo tiene todo, pero bueno, no me la sé, pero ceo yo que es muy bonita, como todo lo que hacemos. De parte de mi familia, fue por mis papás que lo empezaron, mi papá es quien lo empezó a trabajar en la casa.
“Pues yo digo que las artesanías de cobre son una cosa muy bonita para hacer. Nada más que algunas veces el público no nos valora. Muchas veces nos dicen que se les hace caro, no nos gusta que el regateo. Está bien el precio, nos vamos con los precios justos. Tampoco nosotros vamos tan excesivos ni nada de eso con estos precios.
Por ejemplo, estos cazos pequeños que están colgados le salen en 220. Yo pienso que es un muy buen precio, no les subimos nada ni porque venimos desde allá, les traemos el precio que damos ahí en Santa Clara, Ahora hace poquito estaba el Tianguis Artesanal en diciembre, son los mismos precios que vimos ahí.”
Debajo de la mesa donde se exhibían llaveros, cazos, platos, anillos y jarrones, todos de ese característico color, el del cobre, se encontraba el nieto de doña Maria Guadalupe, que un poco tímido dijo que él también disfruta de comenzar a crear estas piezas. “Me acompañó mi nieto, él también ya comienza a trabajar el cobre, hace algunas cositas de aquí que vendemos.”
—¿Qué es lo que espera aquí en la Feria de León?
—Yo espero vender mucho e irme muy contenta de aquí.
