La caída de Allende, una crónica de la Cancillería mexicana

(Imagen: Especial)
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Morelia, Mich. | Redacción.- Hace 50 años, el 11 de septiembre de 1973, Chile fue testigo de uno de los eventos más trascendentales de su historia: el golpe de Estado que derrocó al presidente Salvador Allende. A través de documentos resguardados en los archivos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México, se pueden reconstruir los momentos previos y posteriores a este evento que cambió el rumbo del país sudamericano.

El periodista Jacinto Rodríguez Munguía, de ‘Fábrica de Periodismo’, ha explorado estos documentos para arrojar luz sobre aquellos días críticos. En un mensaje cifrado de la embajada de México en Chile, fechado el 23 de agosto de 1973, el embajador Gonzalo Martínez Corbalá advertía sobre la gravedad de la situación, señalando divisiones en las fuerzas armadas y un clima de preparación para un posible golpe de estado.

La tensión política y social en Chile había ido creciendo desde 1972, y los informes diplomáticos que llegaban a México avalaban el pesimismo del embajador mexicano. Desde la escasez de alimentos hasta la renuncia del gabinete de Allende, los documentos proporcionaban un panorama sombrío.

El presidente Luis Echeverría Álvarez había designado a Gonzalo Martínez Corbalá como embajador en Chile en julio de 1972, con instrucciones de brindar apoyo diplomático a un gobierno con el que México tenía buenas relaciones. Sin embargo, Martínez Corbalá pronto se dio cuenta de que se estaban fraguando planes de desestabilización.

El 6 de marzo de 1973, tras la victoria de la Unidad Popular en las elecciones parlamentarias, el embajador asistió a la residencia presidencial de Tomás Moro. Mientras los asistentes felicitaban a Allende, Martínez Corbalá se abstuvo, advirtiendo que la oposición no cesaría en sus intentos de derrocar al gobierno.

En los documentos de la Cancillería Mexicana, se destacan eventos clave, como la renuncia del gabinete de Allende, la elección del Congreso, y el crecimiento de la crisis social y política. También se menciona la presencia de Manuel Díaz Escobar, el agregado militar mexicano en Chile, conocido por su participación en el grupo paramilitar Los Halcones.

La embajada mexicana en Santiago se convirtió en un refugio para quienes buscaban escapar de la represión de Pinochet. Los esfuerzos por trasladar a asilados a México se intensificaron, y México otorgó asilo a 725 personas en total.

Uno de los momentos más trágicos fue la invitación a Pablo Neruda para que viniera a México como invitado de honor o asilado. Aunque aceptó, el poeta murió repentinamente antes de partir, dejando una profunda tristeza.

El 11 de septiembre de 1973, Salvador Allende se negó a rendirse y se dirigió al pueblo chileno a través de la radio antes de que el bombardeo a La Moneda, la sede presidencial, sellara su destino.

Estos documentos diplomáticos son fragmentos de una historia compleja y dolorosa, marcada por la violencia y la represión. También son un testimonio de la solidaridad de México con aquellos que buscaban refugio en tiempos de crisis en Chile. La memoria de estos eventos sigue viva y nos recuerda la importancia de la democracia y los derechos humanos.

Con Información de Jacinto Rodríguez Munguía/Fábrica de Periodismo.