Morelia/Samuel Ponce Morales
Con más pena que gloria, los más de 7 mil integrantes del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder del Ejecutivo (STASPE) regresan a sus áreas de trabajo, luego de que fuera declarada oficialmente inexistente su huelga de apenas diez días.
Un regreso que a la dirigencia sindical no solo la obliga al amparo federal y posiblemente a sentarse nuevamente pero bajo la misma oferta de la autoridad, un 3.5 por ciento de incremento salarial y un 1.2 en prestaciones, sino al parecer enfrentar una denuncia por agresiones en contra del gobernador Fausto Vallejo Figueroa.
Ahora, esperar cuál será la actitud sindical, pero lo cierto es que, a partir de estos momentos, la relación con las autoridades del estado ya no será la misma, y, en ese sentido, se requiere de un replanteamiento y adoptar, eso sí, una sana distancia, si es que es posible.
