Hasta que el cuerpo aguante

Especial
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Morelia/Ramón Méndez

        Ante, la huelga de los integrantes del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo (STASPE) había emplazado a huelga al Gobierno del Estado desde el mes de octubre del año 2013, decidimos recorrer varios puntos de guardias.

         El primer grupo de huelguistas con que nos encontramos, poco después de las diez y media de la mañana, era el que vigilaba la bandera que colocaron en la puerta de acceso a la Comisión Coordinadora del Transporte (Cocotra), en la esquina de Cuautla y Avenida Madero Poniente.

Ahí, en donde estaban unas doce o quince mujeres,  no supieron o no quisieron dar información sobre los motivos del movimiento ni cuáles eran sus demandas.

         La siguiente bandera rojinegra que visitamos fue la instalada en las oficinas de Enlace Legislativo, sobre la Avenida Madero, a media cuadra del Templo de la Merced.

Ahí preguntamos dónde podíamos obtener información sobre causas del paro y demandas que planteaban, y dijeron que en el Palacio de Gobierno.

         Legamos al edificio gubernamental a las once con veinte minutos, aproximadamente; los tres accesos al Palacio (la entrada principal, sobre la Avenida Madero, que es el costado sur del inmueble; la del poniente, y la del norte, en la parte posterior), estaban custodiadas por numerosos grupos de trabajadores en huelga.

         En el recorrido encontramos también un fuerte grupo de paristas en la puerta de la Dirección de Comunicación Social, en la esquina de Morelos Norte y Melchor Ocampo; una calle de esa esquina hacia el oriente y media hacia el norte está la Dirección del Periódico Oficial del Estado, también con la bandera rojinegra a la puerta y una fuerte custodia de trabajadores.

Rumbo al Jardín del Carmen, por Zaragoza, estaban también guardias de huelguistas en la Coordinación de la Contraloría y en la Dirección de Auditoría; continuamos el recorrido hasta la Casa de la Cultura, también cerrada con la bandera de huelga en la puerta y la custodia de sindicalizados.

Regresamos rumbo a los portales, y bajamos por la esquina del hotel Alameda hacia el Jardín de las Rosas, y encontramos banderas rojinegras y sindicalistas vigilándolas en el Teatro Melchor Ocampo; cruzamos el jardín hacia el poniente y en la calle del Nigromante subimos rumbo la Avenida Madero. El Palacio Clavijero, que ahora alberga al Centro Cultural Clavijero, también tenía colgada la bandera de huelga en la puerta.

Aquí nos detuvimos a tomar un respiro; era la una de la tarde con veinte minutos; custodiaban la bandera sólo dos compañeras. Interrogadas respecto a cuánto tiempo calculaban que iban a durar en paro, una de ellas, la más joven, contestó: “Hasta que el cuerpo aguante”.

El día estaba muy caluroso y francamente con el sol a plomo era difícil prolongar la inspección a otras dependencias el Ejecutivo estatal, por ejemplo hasta que Secretaría de Cultura de Michoacán, que está en Isidro Huarte, cerca del Templo de Fátima: era ya mucho caminar para seguir encontrando banderas de huelga en las puertas y compañeros sindicalizados en guardia, además de que tenía otras informaciones que atender.