Morelia, Mich. | Redacción.- El viernes 2 de febrero, en la zona serrana de Pénjamo, Guanajuato, se descubrieron los cuerpos de cinco hombres en una parcela en la comunidad de Rancho Nuevo de Potreros, en los límites de Guanajuato y Michoacán. Según la Secretaría de Seguridad del municipio, ninguno de los cuerpos mostraba signos de violencia.
El hallazgo se produjo tras un reporte ciudadano, encontrando los cadáveres en diversas posiciones, con cierta separación entre cada uno de ellos. Las autoridades informaron que no se observaron heridas de arma de fuego ni de objetos punzocortantes en los cuerpos.
La fiscalía acudió al lugar para trasladar los cuerpos a Guanajuato Capital y realizar las investigaciones pertinentes para determinar la causa de muerte. Hasta el momento, las identidades de las víctimas permanecen desconocidas.
Sin embargo, recientes declaraciones de familiares de las víctimas señalan que los cinco hombres fueron secuestrados el 28 de enero en distintas comunidades de Pénjamo, incluyendo Leyva de Barajas, Noria de Barajas y San Isidro de Crucitas. Los cuerpos, encontrados con signos de tortura, fueron identificados por sus familiares mientras se encontraban en las instalaciones del Servicio Médico Forense.
La Fiscalía General del Estado continúa con las investigaciones para esclarecer el móvil y la mecánica de los hechos.