Morelia, Mich. | Acueducto Noticias.- Los esfuerzos de los cuatro obispos de Guerrero por alcanzar la paz en el estado a través de reuniones separadas con líderes de grupos delictivos no dieron los resultados esperados, según informó el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández.
En una conferencia de prensa posterior a la celebración del Miércoles de Ceniza, el obispo González Hernández explicó que, aunque la intención era buscar una tregua, cada cabecilla criminal impuso sus condiciones, lo que dificultó llegar a un acuerdo para repartirse el territorio.
Las reuniones se llevaron a cabo después de un encuentro con el papa Francisco en el Vaticano el año pasado. Sin embargo, González Hernández señaló que, a pesar de los esfuerzos, la violencia persiste en el estado, afectando incluso a la comunidad eclesiástica. “Nos han matado a padres de los acólitos, encargados de adoración, mayordomos y catequistas”, lamentó.
El obispo hizo un llamado a las autoridades para que no se corrompan y hagan su trabajo de manera efectiva. Criticó la situación actual en la que, a pesar del patrullaje del Ejército, los criminales continúan operando impunemente.
Respecto a la violencia que afecta a la región, González Hernández enfatizó que la solución debe venir de las autoridades, quienes tienen los recursos y el poder para mediar en el conflicto. Sin embargo, expresó su preocupación por la aparente falta de acción por parte del gobierno.
El acercamiento con los líderes del crimen se llevó a cabo en un contexto de creciente violencia en Guerrero, con municipios como Taxco de Alarcón y Chilpancingo siendo escenarios de asesinatos, especialmente de conductores de transporte público.
Según el International Crisis Group, en el estado operan alrededor de 40 células criminales que disputan el control del cobro de piso. A pesar de los esfuerzos de los obispos, la situación sigue siendo delicada en Guerrero, con la esperanza de encontrar una solución duradera para la violencia que azota la región.