Acueducto | Samuel Ponce
Desde las altas esferas de la élite gubernamental del estado, más allá de los manotazos, hay una evidente estrategia burda de guerra sucia, de corte mediático, para aminorar, en la medida de lo posible, a una oposición política que no se muestra sumisa, que es agresiva.
Una oposición, cierto, atomizada, sobre todo aquella que detenta gobiernos locales, opositora al instituto político en el poder estatal, muchas veces incapaz de levantar la voz ante políticas impuestas, maquilladas, con dejos de bondadosas, como el caso de los fondos.
En ese sentido, no podemos dejar pasar el caso de Morelia, a cargo de un gobierno local de real oposición al del estado, pero no porque esté en contra de él, sino por una taladrante obsesión del segundo por apoderarse de ese poder público, casi a como dé lugar.
Para ello, implementa una serie de acciones agresivas enmarcadas en una guerra sucia, mediática, como la que sostiene, en la gran mayoría denostar por denostar, en su hasta hoy fallido intento por doblegar al gobierno moreliano, a cargo del alcalde Alfonso Martínez Alcázar.
Y, en ese camino se aprovecha cualquier error o circunstancia local para magnificarla y golpear, aunque no haya evidencia ni fundamentos en el ataque que se convierte en un feroz bombardeo a través de una cascada de réplicas gubernamental, partidista y de obligados aliados.
El caso más reciente, ejemplar, es el de la muerte de un civil que se presumía fue a manos de la policía moreliana, corroborándose, vía vídeos, que era una mentira más, una falsedad, obligándose a rectificar, sin pedir siquiera disculpa por los excesos de los decires, de la guerra sucia.
CANTERA
En Morelia, el PRI ya hizo su tarea, allá si Morena no hace la suya…
CANTERITA
Toc, toc… Solo falta que la muerte de los dos aspirantes a la alcaldía de Maravatío también se les adjudique a los policías de Morelia o al menos el de Morena…
GOTEO
El rugir de la violencia eclipsó la visita del embajador de EU en México…
