Morelia, Mich. | Acueducto Noticias.- El día de ayer martes 26 de de septiembre durante la última jornada se desencadenó una noche de descontrol en las calles de Filadelfia, Estados Unidos. Un grupo cercano a un centenar de individuos, muchos de ellos encapuchados, protagonizaron una serie de saqueos en diversos establecimientos comerciales. Entre los locales afectados se encontraban un Apple Store y una tienda de la marca Lululemon, tal y como confirmó un oficial de policía a NBC10 Philadelphia.
Las imágenes compartidas en las redes sociales muestran a personas abandonando apresuradamente la tienda de ropa deportiva Lululemon, mientras agentes de policía intentaban detener y someter a varios de los implicados en las aceras. A pesar de la violencia de los saqueos, hasta el momento no se han reportado heridos graves, aunque un guardia de seguridad en Foot Locker sufrió agresiones.
Este episodio de saqueos masivos surgió tras una protesta pacífica en contra de la decisión de un juez que desestimó cargos de homicidio y otras acusaciones contra un agente de policía de Filadelfia que disparó mortalmente contra el conductor Eddie Irizarry a través de la ventana de su vehículo. No obstante, varios comandantes de la policía han aclarado que estos actos no estuvieron vinculados a las manifestaciones previas.
Filadelfia, pero no se preocupen
— EM (@EddyMaidique31) September 27, 2023
que el Comunismo nunca llagará
a EEUU … pic.twitter.com/MG6SPE2jqL
Es importante destacar que estos robos coinciden con el anuncio de la cadena Target de cerrar nueve tiendas en cuatro estados, incluyendo una en East Harlem, Nueva York, y tres en la zona de la Bahía de San Francisco. Esto se debe a la creciente incidencia de robos y crimen organizado en tiendas minoristas, lo que ha puesto en riesgo la seguridad de empleados y clientes. En el pasado, en 2020, la ciudad ya había experimentado episodios similares de saqueos, desencadenados tras la muerte de un hombre a manos de la policía, lo que llevó a masivas protestas.
El alcalde de la ciudad estima que alrededor de mil personas participaron en estos saqueos y actos de violencia, que afectaron principalmente el norte de la ciudad, dejando numerosos comercios y cajeros automáticos destrozados.