Morelia, Mich. | Acueducto Noticias/Carlos Tapia.- El nacido en Zapopan, Jalisco, campeón del cinturón Peso Pluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) Rafael el «Divino» Espinoza visitó la región de La Palma, Michoacán el pasado fin de semana, no para pelear, sino para unirse a la Procesión del Divino Rostro, un evento que mezcla la devoción religiosa con la identidad cultural de la región.
Entre aplausos y admiración, Espinoza cargó al Divino Rostro con la misma solemnidad con la que carga sus guantes al subir al ring.
«Como cada pelea desde mi pelea uno, la fe por mi Divino Rostro»
Demostrando que, además de ser un guerrero en el cuadrilátero, es un personaje carismático que transmite su fe donde quiera que se para, sea un ring o una iglesia donde su fe le sirve como instrumento de inspiración.
Y ahí no para, y es que el guerrero jalisiense es un fanático de la música regional mexicana, la canta, la baila y se enorgullece cada vez que puede demostrarlo frente a las cámaras o en redes sociales, siendo este uno de sus pasatiempos más queridos para el boxeador.
Este mismo espíritu de solemnidad es el que lo llevó a derrotar al cubano Robeisy Ramírez en diciembre de 2023, una pelea que será recordada como una de las gestas más emocionantes del boxeo tricolor.
Con un tobillo fracturado y el orgullo como motor, Espinoza demostró que la grandeza no solo está en ganar, sino en cómo se enfrentó la adversidad.
Ahora, siendo campeón, su misión es inspirar tanto dentro como fuera del ring.
En cada visita fe, en cada canción, en cada golpe, Rafael «Divino» Espinoza lleva consigo a México en todo lo más alto.
