Más allá de los reclamos legítimos de pago de proveedores que bien o mal han otorgado algún tipo de servicio al Ejecutivo estatal, provocado por la incertidumbre de la posibilidad de que el próximo Gobierno cancele o posponga aún más del mismo, hay que reconocer que la situación podía ser peor, pero que hubo un muro de contención que lo evitó y este fue impuesto por externos que impidió ir al desfiladero…