Morelia/Redacción
¿Quién es capaz de entregar su arma de fuego, sobre todo si es para proteger a su familia y sus bienes?, la respuesta resulta obvia; sin embargo, el Gobierno federal implementa un programa de canje de armas, en lugar de una arriesgada campaña de despistolización, casa por casa.
Bajo la consigna: “Vivir sin armas es más seguro”, la Federación espera de los ciudadanos comunes signos de buena fe para que, sin investigación de por medio, entreguen sus armas de fuego, a cambio de recursos económicos o equipo informático, en especial latops o computadoras.
Y son escasamente las armas de fuego de gran calibre las que se entregan que el año pasado llamó la atención que un hombre diera al programa citado su Cuerno de chivo y recibir por ello solo 4 mil quinientos pesos.
Para el del Cuerno de chivo resultaba peligroso “tener esta clase de armas en la casa, por los niños y por la situación difícil en la que vivimos, por eso decidí venir mejor a cambiarla por dinero que servirá para cosas productivas en el hogar”.
El Gobierno federal opta por ese tipo de programas que efectuar sobre terreno, casa por casa, una real campaña de despistolización, sobre todo en regiones como en Tierra Caliente, donde el fin de año, exactamente a las o horas retumban los disparos de armas de fuego, como si en el caso de Apatzingán fuera Beirut
