Morelia, Mich. | ACG/Felix Madrigal.- La imagen de la Virgen María en su advocación de la Dolorosa se alza entre frutos y fragancias, evocando la memoria viva de los siete dolores que atravesaron su corazón. Siete espadas simbolizan su sufrimiento.
La escultura, obra del maestro Manuel Pedraza Tobar, es una pieza única elaborada en cera de abeja. Esta materia noble y frágil, moldeada con destreza y reverencia, le confiere una textura casi etérea.
La cera, que respira con el calor del ambiente, parece humanizar el rostro de la Virgen, cargado de melancolía y serenidad.Vestida de morado, color de penitencia y recogimiento, María es acompañada por elementos que dialogan con su dolor: espigas de trigo, manzanas rojas y naranjas agrias.
Sobre estas frutas, pequeñas banderas se clavan como signos de victoria: los triunfos de Jesús y María que emergen incluso desde el sufrimiento. A sus pies, la manzanilla y el laurel coronan su figura.
Fotos: Félix Madrigal/ ACG.