Francia, en triunfo izquierda frena a la extrema derecha

La coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) arrebató ayer a la extrema derecha la victoria en las elecciones legislativas en Francia, abriendo un periodo de incertidumbre sobre quién gobernará al no lograr ningún bloque la mayoría absoluta.

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Morelia, Mich. | Aueducto Noticias.- La coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) arrebató ayer a la extrema derecha la victoria en las elecciones legislativas en Francia, abriendo un periodo de incertidumbre sobre quién gobernará al no lograr ningún bloque la mayoría absoluta.

El NFP obtuvo 190 de 577 escaños de la Asamblea Nacional (cámara baja), seguido de la alianza de centroderecha del presidente Emmanuel Macron (con 160) y del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) y sus aliados con más de 140. La mayoría absoluta se sitúa en 289 escaños.

Los resultados suponen un revés para la líder ultraderechista Marine Le Pen, que aunque gana diputados, fracasó en su intento de lograr una mayoría que las proyecciones consideraban posible apenas hace unos días.

Cuando se conocieron las primeras proyecciones, hubo festejos multitudinarios y consignas contra el fascismo en la Plaza de la República en París y otras ciudades. También se reportaron enfrentamientos con la policía y detenciones en Rennes, Marsella, Lyon y París. En Nantes, un policía resultó herido por una bomba molotov.

Cero acuerdos con el grupo del presidente: Mélenchon

“El pueblo ha rechazado claramente el peor escenario posible”, declaró Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa. Señaló que el NFP deberá gobernar sin negociar con la alianza de Macron.

Olivier Faure, líder del Partido Socialista de Francia y cofundador del NFP, subrayó que el resultado es una victoria del Frente Popular, que unió a la izquierda y formó un frente republicano contra la extrema derecha. Aseguró que el NFP debe liderar con su programa como guía.

La coalición centroderechista Juntos por la República, de Macron, pidió prudencia tras los resultados y afirmó que su alianza sigue viva. “El moderado bloque central republicano sigue en pie”, celebró Stéphane Séjourné, canciller y secretario general del partido Renacimiento. Afirmó que el NFP no puede gobernar Francia ya que ninguna coalición tiene mayoría en la Asamblea Nacional.

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, relecto como diputado, llamó al oficialismo a abrirse a un acuerdo con el partido de derecha Los Republicanos.

A su vez, Le Pen lamentó la derrota y afirmó que la victoria de su partido solo se retrasa. Jordan Bardella, presidente de RN, acusó a Macron de dejar a Francia en manos de la extrema izquierda y prometió trabajar en el Parlamento Europeo para enfrentar la inmigración, la ecología punitiva y la pérdida de soberanía.

El pacto entre el oficialismo y la coalición de izquierdas, que concentró el voto en el candidato con más posibilidades de derrotar a RN en cada circunscripción, frustró la victoria ultraderechista. Bardella calificó esta estrategia como una “alianza del deshonor y antinatural”.

Desde el gobierno, Séjourné agradeció a los candidatos que se retiraron en nombre de los valores republicanos y celebró la movilización en torno a un proyecto republicano, progresista, europeo y humanista. La participación en estas elecciones marcó un hito histórico, con un 59.71 por ciento, la más alta en unas legislativas desde 1981, según el ministerio del Interior.

Macron esperará a conocer la estructura de la nueva Asamblea antes de decidir a quién llamará para formar el gobierno, según su oficina.

El primer ministro, Gabriel Attal, anunció que hoy renunciará fiel a la tradición republicana, pero continuará mientras el deber lo exija, a la espera de un nuevo gobierno y a menos de tres semanas de los Juegos Olímpicos de París.

“Vamos a tener que comportarnos como adultos”, aseguró Raphaël Glucksmann, dirigente del ala socialdemócrata del NFP, destacando la necesidad de dialogar en una Francia poco acostumbrada al parlamentarismo.

El ex presidente socialista François Hollande volvió a ganar una diputación bajo la bandera del NFP, en un regreso atípico a la política para un antiguo inquilino del Elíseo. Hollande sugirió que el NFP ejerza su influencia en las decisiones que deben tomarse, aunque no tenga mayoría absoluta.

Francia, potencia nuclear y uno de los motores de la Unión Europea, atrajo la atención mundial durante su elección. Donald Tusk, premier de Polonia, celebró el resultado como un alivio para Kiev y una decepción para Moscú. Líderes como Pedro Sánchez de España, Nils Schmid de Alemania, Paolo Gentiloni de la UE, Stéfanos Kasselákis de Syriza en Grecia, y presidentes latinoamericanos como Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, Gustavo Petro de Colombia y Xiomara Castro de Honduras también festejaron el triunfo del NFP y la derrota de la ultraderecha.

En Nueva Caledonia, territorio francés de ultramar, Emmanuel Tjibaou se convirtió en el primer diputado separatista elegido desde 1986, tras recientes protestas.