Morelia/Héctor Tapia
La fila de alumnos de la Escuela Secundaria Federal #1, uniformados para deportes, espera. Un antiguo alumno está por llegar. Salvador Jara Guerrero, gobernador del estado, baja de la Jeep negra. Le siguen escoltas y funcionarios de primer nivel.
Le reciben maestros y alumnos. Jara inicia el recorrido y deja de lado el rígido y formal saludo de apretón de mano y va chocando las palmas de los jóvenes.
Al gobernador del estado le acompañan de su gabinete la coordinadora de Comunicación Social, Georgina Morales, el Secretario de Educación en el Estado, Armando Sepúlveda López.
Suben hasta el tercer piso, donde sonriente, de buen ánimo, Jara Guerrero llega dando los buenos días al grupo que espera al momentáneo profesor que les dará una clase de matemáticas. La cátedra forma parte del programa “De la Secu a Mi Barrio”.
Jara pregunta a los adormilados alumnos si saben sobre ecuaciones lineales, estos se voltean a ver y vuelven a mirarlo. Algunos responden que sí, otro tanto, la gran mayoría prefiere seguir a la expectativa.
El gobernador remarca que él estudió en esa escuela secundaria, lo dice con orgullo.
Empieza a hablar de “equis” y “yes”, que posteriormente –para ejemplificar- mezcla con jirafas y avestruces; ejemplo que no evita que más de alguno se voltee a ver sonriendo en silencio mientras el animoso docente-gobernador imparte su clase.
Explica que para conocer el valor de una incógnita se tiene que despejar y así varios términos más que va agregando y que van simplificando un procedimiento que los alumnos comienzan a entender, por lo menos algunos, los que participan a cada pregunta que lanza Jara Guerrero.
No le distraen los disparos continuos de las cámaras fotográficas que acompañan la visita y sigue escribiendo en la pizarra. Mientras explica también docentes y reporteros ponen atención a la cátedra. Repiten entre labios los resultados de las operaciones que Jara va resolviendo junto a los alumnos.
Jara está hablando de Matemáticas, pero de alguna forma, entre “exis”, “yes” y el encontrar el valor de la incógnita y la solución de un problema, pareciera que habla de política.
Tiene muchos años que no está frente a grupo, reconoce cuando termina la clase
¿Extraña estar frente a grupo?, se le pregunta de forma directa. El mandatario se sorprende por una pregunta que no espera, levanta la mirada y sonríe, contesta: ¡Por supuesto!
