Tzintzuntzan.- ACG.- El Viacrucis híbrido de Tzintzuntzan comienza con un sonido desafortunado que captó un micrófono abierto: «dele gatorade y si se acaba póngale agua no que es el dios de los judíos jajaja… se les olvidó apagar el micrófono». Este incidente marca el inicio de una representación que convoca a religiosos, turistas y locales, generando una torre de Babel en la que se entrecruzan diversas culturas y lenguajes.
La dramatización del Viacrucis incluye un Cristo que no es crucificado, pero sí flagelado tras ser sentenciado por el prefecto Poncio Pilato. En medio de la multitud, se pueden observar asistentes que disfrutan del día de campo, mientras que otros prefieren descansar. Sin embargo, el Cristo es el protagonista de la mayoría de las fotografías y videos que se comparten en las redes sociales.
El recorrido incluye un encuentro emotivo entre el Cristo y su madre, pero también una caída debido al cansancio, antes de ser finalmente crucificado.
Dentro del templo de la Soledad se colocan las imágenes de los crucificados Dimas y Gestas. El Santo Entierro, una imagen de Jesucristo que yace en un féretro transparente, es sacado de su féretro y, debido a que sus brazos son articulados, es crucificado y situado en medio de las otras dos imágenes. Este evento va seguido de la representación de las Siete Palabras
Al terminar la representación, tiene lugar una procesión de los cristos, que consiste en el desfile de diversas imágenes elaboradas en pasta de caña, algunas con siglos de antigüedad, que son resguardadas por familias del pueblo.