Morelia/Redacción
En uno de sus mensajes más fuertes y a la vez más cercanos a la gente, el Papa Francisco señaló a los jóvenes que la solución a los problemas no es caer en el narcotráfico; “Jesús nunca nos invitaría a ser sicarios…”, puntualizó.
En el estadio Morelos, en su última intervención de su breve visita a la capital michoacana, ponderó que Jesús “nunca nos mandaría a la muerte, sino que todo en él es invitación a la vida” y convocó a la juventud del país a acerca a él.
Reconoció la dificultad de sentir la riqueza de una nación “cuando no se tienen oportunidades de trabajo digno, posibilidades de estudio y capacitación, cuando no se sienten reconocidos los derechos que terminan impulsándolos a situaciones límites».
Sin embargo, acotó, es mentira que la única forma de vivir, de poder ser joven es dejando la vida en manos del narcotráfico o de todos aquellos que lo único que están haciendo es sembrar destrucción y muerte».
«Es mentira que la única forma que tienen de vivir los jóvenes aquí es en la pobreza y en la marginación»,
También les dijo a los jóvenes que “no se puede vivir la esperanza, sentir el mañana, si primero uno no logra valorarse, si no logra sentir que su vida, sus manos, su historia vale la pena», y que lo peor es perder esperanza, «cuando sentís que no le importas a nadie o que estás dejado de lado» o cuando «sentís que da lo mismo que estés o que no estés».
«Eso mata, eso nos aniquila y es puerta de ingreso a tanto dolor», dijo Jorge Mario Bergoglio.