Morelia/Enrique Castro
“¿Y, ese güero?” preguntó un hombre en la plaza Melchor Ocampo, al percatarse de que a un costado de lo que algunas veces fue una fuente de agua danzante un grupo de policías rodeaban a lo que a simple vista parecía una persona indigente.
Pero esa persona de cabello largo y rubio y barba es un ciudadano estadounidense que desde hace poco tiempo radica en las calles del centro histórico, pero, parece que ya había encontrado donde pernoctar sin costo alguno.
Y es que, en días pasados, personal del Ayuntamiento retiró parte de la estructura subterránea, la que lograba sacar agua y que a ras de suelo brotaran chorros danzantes. Ahora, unas tablas cubren lo que costó en el 2010 cerca de 8 millones de pesos.
Sin embargo, dicen que por una denuncia ciudadana, este lunes, alrededor de una decena de policías se acercó a dicha plaza y levanto una de las tablas que cubren la fuente, de repente una mano salió y después un rostro.
Era él, el indigente, el extranjero, el güero, quien se acostaba dentro de la fuente, descansando y cubriéndose del sol junto a todo su “equipaje”; bolsas, cobijas y ropa sucia.
Los elementos de la policía Michoacán le pidieron que saliera y sacara sus cosas. Después de hablar con él, intentaron comunicarse con el Instituto Nacional de Migración (INM), sin éxito, “no contestaron”.
Luego, los uniformados lo interrogaron, logrando saber que es originario de la capital estadounidense, pero decidió quedarse ahí sobre una banca y solo aceptar la ayuda de un galeno, “dice que no confía en nadie”, comentó un oficial.
Después, casi todos se retiraron del lugar y solo decidieron quedar a la espera del arribo de emergencias para hacer una valoración y buscar algún albergue en lo que se investigaba su situación migratoria.