Morelia, Mich.| Acueducto Online.- En las últimas semanas, el estado de Guerrero, en el suroeste de México, ha sido escenario de un alarmante aumento en los ataques con drones atribuidos a una alianza entre dos grupos criminales.
Estos ataques han causado la destrucción de viviendas y el desplazamiento de alrededor de 600 personas, según el Centro de Derechos de las Víctimas de la Violencia Minerva Bello (CDVVMB).
La ciudad de Nuevo Poblado el Caracol fue una de las localidades más afectadas, con varios ataques que obligaron a sus habitantes a abandonar sus hogares. Además, pueblos cercanos a lo largo del río Atoyac también fueron blanco de estos ataques, según informó el periódico El Sur de Guerrero.
Los residentes de Nuevo Balsas, ubicado a unos 30 kilómetros de Nuevo Poblado el Caracol, señalaron a la Familia Michoacana como responsable de los ataques.
Los grupos criminales tienen un interés estratégico en esta área, ya que el río Atoyac es crucial para el narcotráfico expresó el portavoz del CDVVMB.
Explicó además, que los ataques buscan desplazar a los habitantes de los municipios donde los grupos de autodefensa comunitaria han intentado resistir la expansión de los carteles.
Estos grupos criminales tienen como objetivo reubicar pueblos enteros para eliminar testigos y obstáculos en las rutas del narcotráfico.
El Cartel de Jalisco Nueva Generación (CNJG) ha sido pionero en el uso drones de ataque en el país y se ha teorizado que, una alianza con la Familia Michoacana ha impulsado el aumento en los ataques con estos.
Se habla también de un avance tecnológico en el uso de drones, ya que se ha reportado el uso de cámaras térmicas en estos y capacidad para liberar explosivos de forma remota.
Esta situación plantea preocupaciones sobre la facilidad con la que los grupos criminales pueden llevar a cabo desplazamientos masivos en el futuro.
Las autoridades locales han tomado medidas para enfrentar esta problemática, derribando drones y recopilando pruebas de los ataques.
Con información de InSight Crime.