Morelia/Redacción
Entre decenas de familiares y amigos, entre lujos, en una zona exclusiva de la capital michoacana y sin ningún fuerte cerco de seguridad, fue velado el cuerpo de Nazario Moreno González, uno de los líderes más influyentes de Los Caballeros Templarios, abatido por fuerzas federales en la sierra de Tumbiscatío.
Ante la amenaza de los autodefensas de no permitir ni que se velara ni que se sepultara el cuerpo de El Chayo en la región de Tierra Caliente y más específicamente en Apatzingán, los familiares de Nazario determinaron que los ritos fúnebres se celebrarán en una de las zonas urbanas más caras de la ciudad, en Altozano.
Primero, los familiares tardaron días en reclamar el cuerpo de El Chayo, luego en decidir si se atrevían o no a honrarlo en Tierra Caliente y después en qué lugar, optando por la capital michoacana, en donde alguna profanación al mismo hubiera resultado una afrenta por igual, para ellos y para los gobiernos, federal y estatal.