Tingambato, Michoacán | Acueducto.- El municipio de Tingambato comparte con el mundo uno de los centros ceremoniales más cercanos con la meseta purépecha y con Uruapan, una de las ciudades con mayor número de habitantes.
«Tingambato» es una palabra purépecha que significa «Donde termina el fuego». A decir de los lugareños, es ahí donde termina la zona fría y comienza la tierra caliente.
Las «Yácatas» como también se le conocen, son uno de los sitios representativos de la etapa anterior al apogeo del señorío tarasco destacando la existencia de rasgos claramente teotihuacanos, mezclados con otras tradiciones locales.
Fue entre 1978 y 1979 cuando los arqueólogos Román Piña Chan y Kuniaki Ohi realizaron la mayor parte de las excavaciones arqueológicas que hoy podemos visitar.
En este sitio destacan la construcción de grandes plataformas donde se construyeron basamentos piramidales, juego de pelota, múltiples cuartos seguramente habitacionales y varias tumbas donde se hallaron ricas ofrendas. En la historia de la zona podemos definir claramente dos etapas, en la primera que va del 450 al 600 d.C cuando se inicia el poblamiento de este centro ceremonial.
La segunda etapa comprende del 600 al 900 d.C.; en este periodo es evidente la influencia teotihuacana. A la fecha ha sido explorada una parte mínima del sitio quedando aun una gran parte de la historia de esta ciudad por descubrir.