El “buen día“ del alcalde…

Imagen: Rafael Morfín
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Morelia/José Manuel Alvarado

Este 30 de septiembre se conmemorarán 250 años del natalicio del que sería y se haría llamar mismo, Siervo de la Nación, héroe insurgente que participó militar e ideológicamente en la lucha de la independencia, José María Teclo Morelos Pérez y Pavón.

Autoridades representantes de los tres poderes del estado, académicos, funcionarios y estudiantes, se dieron cita en el Colegio Primitivo de San Nicolás de Hidalgo para realizar el acto memorable.

Como primer número, se realizaron los honores a lábaro patrio y se entonó de una manera muy peculiar el Himno Nacional Mexicano, ya que se corearon las cuatro estrofas intercaladas con el estribillo, hecho que tomó de sorpresa a varios funcionarios que evidenciaron no saberse unos fragmentos que regularmente no se cantan en eventos públicos, como fue el caso de Raymundo Arreola y Alfonso Martínez, diputado local y presidente municipal de Morelia respectivamente, quienes sus labios no iban coordinados con la melodía.

La Escolta y Banda de Guerra de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, fueron los que amenizaron con trompetas y tambores la ceremonia, además de 18 escoltas pertenecientes a diferentes facultades de la máxima casa de estudios de Michoacán.

Siguiente acto, el orador oficial del evento, el historiador Moisés Guzmán Pérez, dirigió un discurso a todos los presentes haciendo alusión al homenajeado, en donde destacó que “en estos tiempos difíciles en los que vivimos, de quiebra financiera, violencia e inseguridad, es imperativo decir no a la rapiña, a la corrupción y el hurto, y por derecho debemos exigirlo a las autoridades que nos gobiernan”.

Consideró que la injusticia, la desigualdad, la pobreza extrema, la falta de trabajo y la mala educación, son problemas heredados de la modernidad y el mundo globalizado, deshumanizado y falto de valores, que requieren la coincidencia de una diversidad de factores para superarlos.

Con toda la atención de los presentes y un viento frío que soplaba en el interior del colegio, Guzmán Pérez cerró su discurso gritando en tres ocasiones: ¡Víva Morelos!

Del lugar, salieron las escoltas y banda de Guerra para detrás de ellos, los funcionarios caminaran sobre la Avenida Morelos con dirección a la Casa Museo Sitio Morelos, en donde se depositó una ofrenda floral. Detrás de los funcionarios, la bandera de Guerra de Morelos, un estandarte en forma de cuadrilongo en seda blanca y azul pálido, con un águila coronada, con las alas un tanto caídas, posando sobre un nopal y sobre un puente de tres arcos, que junto a un árbol de naranjos adornaron el lugar.

A la entrada de dicho recinto, se encontraban pegadas tres cartulinas que pasaron desapercibidas que decían: “Exigimos respeto a la democratización de la cultura” y “¡Cultura y educación al servicio de todos los mexicanos! D-III-5 INAH.

Posteriormente el contingente caminó sobre la Avenida Morelos Sur y dio vuelta en la calle de Aldama, volteó a la izquierda en la calle La Corregidora para llegar a la Casa Natal de Morelos, en donde se montó una guardia de honor.

El alcalde de Morelia, Alfonso Martínez, dirigió unas palabras en las que destacó que hoy era un buen día para recordar a José María Morelos, “para hacer historia, hacer de lo cotidiano algo importante. Es hora de que la historia no sea solamente fecha y pretextos para festejar, que sea motor de los cambios que necesita hoy nuestra gente”.

Ahí se depositaron el resto de las ofrendas y se dirigieron nuevamente por la calle de Abasolo para retomar la Avenida Morelos y regresar al Colegio Primitivo de San Nicolás.

Cabe hacer mención, que en la calle García Obeso, la diputada priísta Rosa María de la Torre Torres, decidió desintegrarse de la caminata y se dirigió en sentido opuesto.

El evento culminó con la despedida de las enseñas nacionales y con la tradicional porra de la universidad “pis-pas, pis-pas, calis calás, calis calás, shhh ¡pummm! ¡San Nicolás!”