Morelia/ Samuel Ponce Morales
1.- Sin duda, para cualquier trabajador, resulta dramático no contar con recursos económicos para hacer frente a la situación familiar, más cuando en la relación laboral se ha cumplido -sin entrar a discusión si escasamente, a medias o bien-, así que. después de días de incertidumbre, resulta confortante que parcialmente se hayan solucionados lo adeudos salarios a empleados y profesores de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).
2.- Sin embargo, como se avizoraba fue el Gobierno federal, vía el subsecretario Salvador Jara Guerrero, que reunió y liberó recursos para hacer frente a la falta de liquidez de la máxima casa de estudios y con ello evitar una eventual radicalización de las manifestaciones de los demandantes de pagos, quienes, en su desesperación, relativamente comprensible, aumentan gradualmente sus afrentas hacia la máxima autoridad universitaria.
3.- Y, en un recuento de daños del conflicto en la UMSNH se puede establecer que nadie ha ganado y si, exactamente, toda la comunidad nicolaita ha perdido, desde los sindicalizados hasta la autoridad y qué decir de los estudiantes, los cuales, al final, son los más afectados, pero lo peor de todo es que no se visualiza una solución a corto plazo, pese a los anuncios de un inminente naufragio, en donde a nadie parece importarla, cada cual cuidando sus intereses…