Democrático desgano…

Imagen: Héctor Tapia
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Morelia/Héctor Tapia

Más a fuerza que de ganas, al menos eso parecía, los maestros, desganados, estaban en plena protesta frente al Palacio de Gobierno.

Llegaron en dos autobuses, los cuales dejaron atravesados en la avenida madero. Sólo una cuadra, justo frente al Palacio, uno a cada extremo “para no obstruir tanto la circulación”.

¿Por qué protestan?, ¡ah!, sí, por lo la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, Guerrero; o ¿la protesta es para que se les paguen diversos adeudos que tiene el gobierno del estado con ellos?, “Pago inmediato al bono docente”, dice uno de los carteles.

“No a la Reforma Educativa”, decía otros letreros pegados durante la manifestación.

Los profesores de nivel medio superior, pertenecientes a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) Sección XVIII, hacían su mitin.

La gran mayoría de los profesores buscaban refugiarse bajo la sombra que prodigaba la Catedral; unos de pie, viendo sus celulares, otros más, sentados en la banqueta, leyendo papeles que tenían entre sus manos, charlando, pero también en la sombra.

Un pequeño grupo apenas, estos sí bajo los rayos del sol, alrededor del de la voz, Eugenio Rodríguez Cornejo, quien daba el discurso de las exigencias. Entre ellas mencionaba lo relativo a lo de los jóvenes desaparecidos.

En las paredes del Palacio de Gobierno se pegaron cartulinas con mensajes diversos; pero eran tres los ejes que reclamaban: el rechazo a la Reforma Educativa, la aparición y justicia por el caso Ayotzinapa, y el pago de bonos DII-32.

Un regaño, llamada de atención: “acérquense compañeros, por favor, para terminar el mitin”, dice una de las profesoras. Agrega y va directo contra los que están refugiados, sentados, dispersos de la protesta, “no les hace daño un ratito de sol”.

Ya regañados, sorprendidos en su desganada distracción, se ponen de pie, se acercan, cierran el círculo entorno al vocero. Ya con el sol a cuestas, ahora sí, vienen las consignas. Levantan el puño en pie de lucha hasta que llega el momento de dar por terminado el mitin. Hay que ir a las oficinas de la Secretaría de Educación en el Estado, se resolvió una reunión con un funcionario estatal, con quien verán algunos pendientes, seguramente sobre sus pagos.

Poco a poco se dispersan los profesores, se van acercando a los autobuses que los llevaron hasta el centro de la ciudad; el vocero se queda atendiendo a los medios a dar entrevistas. Apenas duró una hora el bloqueo.