Del arte experimental, al sueño municipal

Foto: Enrique Castro
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Morelia/Julieta Coria

Entre el ensordecedor ruido de máquinas, un desolado lugar lleno de escombro, cemento y tierra que recubren el piso casi en su totalidad, en lo que antes era la antigua central camionera de Morelia, hoy se construye la Ciudad Administrativa en Morelia.

A lo lejos y muy al fondo todavía se aprecian algunas pinturas y calcomanías sobre las paredes; textos y leyendas, estilo grafitti, son lo último en el lugar, que poco a poco están siendo sustituidas por nuevas paredes, frágiles y blancas ausentes de color.

Hace dos años se creó un refugio artístico, hoy solo los restos quedan. Un panorama de expresiones gráficas llenas de color, producen un tremendo contraste, entre la destrucción y la inventiva; al menos el testimonio artístico está presente o estaba presente.

Decenas de albañiles trabajan a toda marcha, hoy se lucen pues las autoridades realizan un recorrido. Al paso las tablas de maderas, ventanas rotas, restos de mezcla de cemento que crean una mezcla urbana de construcción.

Las autoridades municipales, realizan un breve recorrido por solo algunas zonas de la nueva construcción, “aquí será la sala de espera, acá estarán los jueces, de este lado estará el área de barandilla…” y así continuaban, como presumiendo el esperado lugar, del que dicen, tiene un avance de 40 por ciento y podrá entrar en funcionamiento a mediados de febrero.

“Se atendieron las instalaciones eléctricas, hidráulicas y sanitarias; se colocó nuevo piso y se está trabajando en el remozamiento de las paredes… continua el recorrido.

Ya Yankel Alfredo Benítez Silva y Juan Fernando Sosa Tapia, los funcionarios municipales, frescos como sin ninguna preocupación, no dejan de sonreír y hablar como su fuese un sueño, que está a punto de hacerse realidad.

Hace apenas un mes, en el mismo lugar donde algunos sueñan hoy despiertos, a otro grupo de artistas urbanos se les acabó el sueño, cuando las mismas autoridades de Morelia que realizaron el desalojo de los artistas, que vivieron durante dos años, en el mismo lugar que hoy está entre escombros.

La ciudad administrativa está en marcha y los restos del arte urbano y experimental, poco a poco quedan sepultados entre la tierra y el cemento, sin un nuevo lugar, solo el recuerdo.