De “La Luz” al Congreso

Imagen: Héctor Tapia
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Morelia/Héctor Tapia

 

Apenas unos minutos antes de ofrecer su primera entrevista ya como diputado, Eleazar Magaña Cabrera esperaba en el pasillo de entrada al Salón del Pleno en el Legislativo Michoacano.

Rendiría protesta luego de que el Pleno aprobara la licencia al diputado priista César Chávez Garibay, a quien supliría en la responsabilidad legislativa representando al Distrito Electoral XXIII de Apatzingán.

Una vez aprobada la licencia indefinida del diputado que suplirá, César Chávez ingresa al salón de plenos acompañado por la comisión de protocolo. Levanta la mano y jura cumplir y hacer cumplir la ley. Credo recitado casi de forma automática.

“Sí, acepto”, dice.

Se sienta y escucha los primeros puntos a discusión de su gestión como legislador.

Eleazar Magaña antes de llegar a ser nombrado como diputado, en su tierra, Parácuaro, de donde es originario, se dedicaba a cultivar jitomate, o chiles.

La única expectativa que tiene es “poder servir”, contesta de forma corta, sin profundizar, que le hace verse todavía un poco nervioso.

No llega en blanco, asegura. “Hemos estado al pendiente, estuvimos trabajando muy de cerca con el diputado César”, dice.

¿Te esperabas en algún momento pudieras relevarlo?

-Desde que aceptas ser suplente es con la esperanza de que pueda darse- apunta.

En cuanto le dijeron que asumiría la diputación, cuenta, “aceptamos luego luego ser suplente”.

Ahorita, indica, lo primero que hará será ponerse al tanto en el Congreso y luego ver qué puede plantear en el pleno.

Como agricultor dijo que en la región de donde viene “estamos un poco desamparados porque no tenemos un precio de garantía”, a pesar de vivir de eso. Esto tiene “jodidos” a los productores de esa zona.

Se le pregunta de manera concreta sobre el cómo observa el tema de seguridad en la localidad o distrito que representa, no ahonda, no quiere, evade diciendo que en este tema el “gobierno federal es quien ha metido la mano. Ahí yo me reservaría la opinión”.

Revela de manera franca que él pertenece a un “grupo que profesa la paz, no queremos que haya guerra, queremos que todo esté tranquilo, y queremos trabajar”.

El diputado priista, religioso, pertenece a la organización cristiana La Luz del Mundo, la cual tiene su sede internacional en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.

Explica, casi a manera de evangelización, que ésta congregación se fue metiendo en El Salvador en el tiempo de la guerrilla, y que ahora el 60 por ciento de su población pertenece a la organización, actualmente, asegura, “ese país es el más pacífico de otros países (de centro américa) por esa cultura que se metió ahí”.

Aprovecha y lanza la invitación para conocer su comunidad. Dice que donde él vive “tenemos un pueblito que es casi tipo americano, hay 5 tienditas donde yo vivo, no se venden cigarros ni cerveza”, dice orgulloso.

“El que fuma se tiene que aguantar las ganas. Es parte de una cultura que tenemos, y ojalá pudiéramos hacer que quiten la droga, tendríamos un estado mejor”, agrega.